A seis semanas de las elecciones generales en Alemania, la canciller Angela Merkel salió ayer a la palestra en la apertura de la campaña con la que buscará un cuarto mandato para instar a sus correligionarios a “luchar” comprometidos por una nueva victoria de la Unión Cristianodemócrata (CDU).

“Debemos hacer campaña, debemos luchar”, declaró en el inicio del acto organizado por la Asociación de Trabajadores Cristianodemócratas (CDA) para debatir el programa de la CDU en Dortmund, en el oeste e Alemania, tradicional baluarte socialdemócrata. La mandataria recordó el buen estado del mercado laboral alemán y el hecho de que el desempleo se haya reducido a la mitad desde que ella asumió el cargo.

“En marzo de 2006 había más de 5 millones de desempleados”, frente a los 2.5 millones actuales, señaló Merkel. “Hoy tenemos 44 millones de trabajadores en Alemania. Son cifras realmente buenas”, afirmó.

Recalcó el objetivo del “pleno empleo para 2025”, es decir, una tasa de desempleo por debajo de 3%. “Creo que podemos conseguirlo”, aseguró, con una expresión parecida a la que utilizó al enfrentar el desafío de acoger a cientos de miles de migrantes en 2015.

Merkel sabe que el buen estado de la economía es una de sus principales bazas para reeditar su legislatura. Una reelección que casi nadie pone en duda si se atiende a las encuestas, que lidera cómodamente con 40% de la intención de voto, por delante de 24% del Partido Socialdemócrata (SPD).

El buen estado de la economía alemana se debe en gran medida a la industria automotriz, de la que dependen cientos de miles de trabajo en el país. Sin embargo, el sector vive sus peores momentos desde que el gigante automotor alemán Volkswagen admitiera en septiembre de 2015 haber instalado un software para manipular las emisiones de los motores diésel en más de 11 millones de automóviles en todo el mundo. A la crisis de los motores diésel se sumaron el pasado mes informaciones que apuntaban a que Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler habían formado un cártel secreto desde la década de los 90.

El inicio de la campaña de Merkel coincide con tiempos complicados debido a la escalada verbal entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo norcoreano, Kim Jong-un, ambos países con arsenales nucleares. Merkel recordó que se viven tiempos “agitados” y destacó el gran valor de la Unión Europea (UE). “La mayor seguridad, el mayor proyecto de paz para nosotros es la UE”, recordó entre los aplausos de los cerca de 800 asistentes. “Fortalecer Europa es fortalecer Alemania. Fortalecer Europa es en interés de la paz, el bienestar y de la consecución de los valores occidentales”, declaró.

Merkel sabe que es vista como un escudo en un mundo inestable. Para muchos observadores, lo que está en juego el 24 de septiembre es si la canciller formará otra vez una coalición con el SPD, si será de nuevo el turno del Partido Liberal (FDP) o si esta vez serán los Verdes los que entrarán en el gobierno.

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