Estados Unidos hizo ayer una prueba de su sistema de defensa antimisiles THAAD y dos de sus bombarderos supersónicos B-1B sobrevolaron la península coreana, en una muestra de fuerza para Corea del Norte, que aseguró que responderá si hay provocaciones de Washington.

En su prueba, Estados Unidos lanzó un misil desde un avión militar de carga C17 sobre el Pacífico y fue interceptado por el sistema THAAD (Terminal de defensa de alta altitud, por sus siglas en inglés) con base en Alaska, informó en un comunicado la agencia encargada de la defensa antimisiles, que destacó que de las 15 pruebas realizadas las 15 tuvieron éxito.

Además, dos bombarderos de las Fuerzas Aéreas de EU sobrevolaron la península coreana durante una misión de 10 horas, informaron las Fuerzas Aéreas estadounidenses en el Pacífico. El vuelo de los B-1B fue una respuesta directa a la prueba de misiles del cohete Hwansong-14, según la declaración de EU. Las naves despegaron de una base aérea en Guam y fueron acompañados por aviones de combate japoneses y surcoreanos.

El operativo se realizó dos días después de que Corea del Norte lanzara su segundo misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés).

Corea del Norte declaró ayer que el lanzamiento del misil fue una “seria advertencia” a Estados Unidos y su voluntad de imponer nuevas sanciones a Pyongyang, y afirmó que responderá en caso de provocaciones militares de Washington.

El sábado, el presidente de EU, Donald Trump, criticó a China en Twitter y acusó de “no hacer nada” ante el desarrollo de armas nucleares de Pyongyang. “Nuestros tontos líderes anteriores les han permitido ganar cientos de miles de millones de dólares al año en comercio; sin embargo no hacen nada por nosotros con Corea del Norte, sólo hablan. Ya no permitiremos que esto continúe. China podría resolver fácilmente este problema”, señaló.

La embajadora de EU ante la ONU, Nikki Haley, también dijo “Ya está bien de hablar de Corea del Norte. China sabe que debe actuar. Japón y Corea del Sur deben incrementar la presión. No es solamente un problema estadounidense. Requerirá una solución internacional”.

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