La recuperación de la ciudad iraquí de Mosul fue una “catástrofe” para la población civil, que quedó atrapada entre el grupo terrorista del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) y la ofensiva de la coalición internacional, apuntó Amnistía Internacional (AI), según la cual las tácticas que aplicaron las fuerzas iraquíes y sus aliados violaron las leyes de ayuda humanitaria y podrían constituir crímenes de guerra.

En un informe difundido ayer, el grupo de defensa de los derechos humanos destacó que “la escala y la gravedad de la pérdida de vidas civiles durante la operación militar para recuperar Mosul deben ser inmediatamente reconocidos públicamente” por parte de los niveles más altos del gobierno en Irak, así como de los Estados que forman parte de la coalición liderada por Estados Unidos.

El informe señaló que mientras que el EIIL deliberadamente atrapó a familias en el oeste de Mosul para usarlas como “escudos humanos” las fuerzas de la coalición liderada por EU utilizaron armas imprecisas y explosivas, matando a miles de civiles. El primer ministro de Irak declaró el lunes la recuperación de Mosul de manos de Estado Islámico, tres años después de que los militantes tomaron la ciudad y la declararon capital de su califato.

AI precisó que algunas de las violaciones que documentó, que van desde enero hasta mediados de mayo de 2017, pueden constituir crímenes de guerra. Los investigadores de AI entrevistaron a 151 residentes, expertos y analistas del oeste de Mosul, y documentaron 45 ataques en total. “Los horrores que la gente de Mosul ha presenciado y el desprecio por la vida humana por todas las partes en este conflicto no deben quedar impunes”, consideró Lynn Maalouf, investigadora para el Medio Oriente de AI.

“Debe establecerse de inmediato una comisión independiente encargada de velar para que todos los casos en que existan pruebas fidedignas de que se hayan producido violaciones del derecho internacional, se lleven a cabo investigaciones efectivas y se hagan públicos los resultados”, dijo.

La agencia Reuters difundió ayer algunas fotos que revelan la magnitud del drama de quienes huyen de Mosul. En una de las imágenes se ve a un padre con su hija caminar llorando entre los escombros de Wadi Hajar, uno de los sitios que el EIIL y las fuerzas iraquíes convirtieron en un campo de batalla.

“Ellos y sus vecinos, algunos usando sandalias de plástico, otros descalzos, huían de un contraataque del EIIL en esta parte de Mosul. Cuando llegaron a las líneas de las fuerzas especiales, a los hombres se les exigió levantarse las camisas para demostrar que no eran atacantes suicidas. El padre estaba tan fuera de sí, tan lleno de pánico. Era obvio, dado que llevaba una camiseta y a una niña, que no era del Estado Islámico”, contó Goran Tomasevic, de Reuters.

En otra foto, tomada por Zohra Bensemra, se ve a una anciana de 90 años. “Tomé esta foto a Khatla Ali Abdallah después de que huyó de la batalla de Mosul. Tenía sus ojos temerosos, rojos de cansancio; estaba tan exhausta que no podía tenerse en pie o sentarse bien. Me miró como si no hubiera comido o bebido agua en mucho tiempo. El momento fue tan emotivo que tenía lágrimas en mis ojos cuando la fotografié#, dijo Bensemra a Reuters.

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