La jornada electoral de la mexicana Lila Caballero en Reino Unido comenzó antes de que se asomara la primera luz del día.

Cargada de la vitalidad que inyecta la ilusión en la victoria, llegó a las 5:30 horas a la sede de campaña de los laboristas en la circunscripción de Ilford North, zona de la periferia de Londres marcada por un alto índice de marginación.

“Buenos días, vengo con tres y traigo auto. ¿Para dónde nos vamos?”, le dijo la politóloga al encargado de la oficina del candidato Wesley Streeting, quien en 2015 venció a los conservadores por escasos 589 votos.

“¡Perfecto!”, respondió el voluntario, quien inmediatamente armó a la mexicana y compañía, con tres paquetes, un mapa y una lista de afiliados.

La misión era precisa: entregar volantes, pero no en todas las casas, sino en los domicilios de los miembros registrados en dicha circunscripción; en otras palabras, había que sacar el voto que ya tenían, había que recordarle a la gente que era el día de elecciones.

Sin perder tiempo, emprendió camino, recorrió puerta por puerta, buzón por buzón. Durante su recorrido se topó con una señora que salía de su domicilio, le entregó el volante en la mano, un papel que describía las promesas del candidato local. “Señora, ¿contamos con su voto?”, preguntó Caballero con marcado tono alegre. “Por supuesto”, contestó la votante.

La operación inicial duró casi dos horas y abarcó alrededor de 200 domicilios. Luego de cumplir con su respectiva jornada laboral, en una ONG dedicada a la cooperación para el desarrollo, regresó a las calles, entrada la tarde, esta vez a tocar puertas.

“¿Ya votó? ¿No? Hay que ir a votar”, decía. Tocó la última puerta a 40 minutos de cerrar las urnas. Era una familia originaria de India. La madre no había votado porque esperaba que sus hijos volvieran del cricket.

“¿Qué espera? Todavía puede llegar a la casilla, tome su coche y vote, porque todos valen”, le recordó Caballero, originaria de la Ciudad de México.

Ella vive desde hace una década en Reino Unido y dice conocer a la mexicana Laura Álvarez, quien es la esposa del líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, a quien describe como una persona congruente y apegada a sus principios.

“Es muy sencillo, con él puedes platicar desde el clima hasta qué tanto le gusta la comida mexicana (…) Además me gusta mucho su apoyo por los derechos humanos, seas mexicano o británico”.

Sin embargo, no fue su relación cercana con los Corbyn lo que motivó a la mexicana a involucrarse en la contienda más allá de votar, un derecho que ejerce desde 2014.

Afirma que fueron los recortes que afectan al desarrollo social, la niñez y la vida cotidiana, así como la creciente erosión del estado de bienestar en el país.

“No es válido quejarse si no haces nada. Por eso salí tan entusiasmada esta mañana, porque es como poner mi granito de arena”, aseguró Caballero.

Al final de la jornada, luego de estrechar la mano del candidato Streeting y tras ver los sondeos preliminares mostrando un parlamento dividido, hasta “las ampollas se le olvidaron”.

“Finalmente, pase lo que pase, me siento muy satisfecha de que le eché todas las ganas posibles. Si se confirman los sondeos estaré súper feliz. Obviamente la misión era que ganara Jeremy, pero el que los conservadores hayan perdido la mayoría es un mensaje de la población diciendo estamos hartos”.

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