Más países se sumaron en las últimas 24 horas al boicot diplomático de Qatar, después de que Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin rompieran las relaciones con el emirato el lunes, mientras que la mediación de Kuwait para resolver la crisis aún no ha dado frutos tangibles.

Mauritania se sumó anoche al grupo y anunció que retirará a su embajador en Doha, mientras que Jordania anunció que va a reducir su representación diplomática en Qatar, en línea con las decisiones adoptadas por sus aliados árabes.

Asimismo, el gobierno de Senegal dijo que llamará a consultas a su embajador en Qatar y mostró su solidaridad con los cuatro países que tomaron la iniciativa hace un par de días.

A medida que nuevos Estados se unían al boicot, otros países, como Alemania, han expresado su preocupación por la escalada de la tensión en la zona del Golfo Pérsico.

Por su parte, Kuwait está intentando mediar en la disputa y el emir Sabah Ahmed al Sabah viajó ayer a los Emiratos, después de haber acudido el martes a Arabia Saudita.

El mandatario busca un acercamiento entre los vecinos y miembros del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, después de haber mediado entre ellos en 2014, cuando Arabia Saudita, Emiratos y Bahréin retiraron a sus embajadores de Doha durante unos meses.

En aquel entonces, Egipto había roto relaciones con Qatar en 2013, tras el golpe de Estado militar contra el presidente islamista Mohamed Mursi, porque el emirato continuó apoyando al gobierno de los Hermanos Musulmanes y se negó a reconocer a las nuevas autoridades del país, tildadas de “golpistas” por su canal de noticias Al Jazeera.

El presidente estadounidense, Donald Trump, llamó ayer al emir de Qatar para ofrecerle su ayuda para mediar en la crisis que confronta a Doha con sus vecinos. En una conversación telefónica con el emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad Al Thani, Trump mencionó la idea de una reunión en la Casa Blanca para limar sus diferencias.

El martes, Trump apoyó en una serie de tuits al gobierno de Arabia Saudita y a sus aliados en su aislamiento a Qatar, al que acusó de financiar el extremismo islamista. Así, sembró dudas sobre el futuro de la gran base aérea estadounidense en Al Udeid, en el desierto de Qatar, que tiene un papel clave en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak. El magnate matizó después sus afirmaciones y abogó por la unidad.

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