Al menos seis personas murieron ayer en Kabul luego de una serie de explosiones durante el funeral de una víctima de violentos enfrentamientos del viernes entre la policía y manifestantes. El presidente Ashraf Gani admitió ayer la necesidad de implementar reformas en los órganos de seguridad del país y prometió que éstas serán “pronto”.

Las explosiones ocurrieron en el funeral de Mohammad Salim Izadyar, hijo del vicepresidente del Senado, quien murió después de resultar seriamente herido en enfrentamientos durante la protesta del viernes.

El Ministerio de Interior informó dijo que las explosiones deayer dejaron muertos y 87 heridos. El Hospital de Emergencias de la ciudad, que ha tratado a decenas de heridos en los últimos días, dijo que había recibido a 20 personas lesionadas. Previamente en la jornada, el centro médico había dado un reporte de al menos 19 muertos, pero luego confirmó que se había referido a informes de medios y agregó que en el hospital no había víctimas fatales.

Testigos dijeron que vieron al menos 12 muertos en el lugar donde se produjeron lo estallidos.

El jefe ejecutivo del gobierno, Abdullah Abdullah, estaba en el funeral, pero no resultó herido. Nadie se ha hecho responsable del ataque. Sobrevivientes dijeron que las explosiones apuntaron a la multitud, integrada en su mayoría por seguidores del partido de Abdullah.

La semana pasada fue una de las más sangrientas de los últimos meses en Kabul. Inició con un devastador ataque de un camión bomba en la zona diplomática el miércoles, en el que murieron más de 80 personas y unas 460 resultaron heridas. El viernes otras cinco personas fallecieron en enfrentamientos entre manifestantes y la policía durante una protesta en reclamo de la renuncia de Abdullah por los constantes problemas de seguridad.

Los talibanes, que han realizado ataques de este tipo en el pasado, negaron su participación en el incidente y culparon a rivalidades entre facciones dentro del gobierno.

El presidente Ashraf Ghani instó ayer a la unidad en medio de reclamos para que renuncie. “Acepto que existen deficiencias en el trabajo de los oficiales, que es necesario implementar reformas esenciales tanto en los órganos de seguridad como en otras instituciones, y éstas tendrán lugar pronto”, dijo.

Gani argumentó que el objetivo de estos atentados es abrir una brecha entre el gobierno y la población y entre las diferentes etnias del país, sembrando el “caos” para que la sociedad se rebele contra el “Estado de derecho”.

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