El presidente Donald Trump calificó el lunes a Corea del Norte como " un régimen brutal" , luego de la muerte del estudiante estadounidense de 22 años Otto Warmbier , liberado por Pyongyang en coma la semana pasada.

Momentos después de conocerse la noticia de la muerte de Warmbier, Trump criticó a Corea del Norte.

"Sucedieron cosas malas pero al final volvió a casa con sus padres", dijo el mandatario durante un evento en la Casa Blanca.

"Es un régimen brutal", afirmó. En un mensaje posterior envió sus "profundas condolencias" a la familia del joven fallecido. "No hay nada más trágico para un padre que perder a un hijo en los primeros tiempos de su vida", escribió el mandatario.

"El destino de Otto profundiza la determinación de mi administración para evitar tragedias como esta, ocurridas a personas inocentes a manos de regímenes que no respetan las reglas del derecho y de la decencia humana más básica".

"Estados Unidos una vez más condena la brutalidad del régimen de Corea del Norte al llorar a su última víctima", señaló.

En el mismo sentido se expresó la familia del joven, al denunciar "los malos tratos atroces y bárbaros" a los que lo habría sido sometido Corea del Norte, donde Otto había sido detenido en enero de 2016 por haber intentado robar un afiche de propaganda política.

Al ser presentado ante la prensa extranjera cuatro semanas después de su detención, el joven había declarado, llorando, que había cometido "el peor error de (su) vida".

El estudiante estadounidense se encontraba en el país asiático en el marco de un viaje organizado por el Año Nuevo. La Corte Suprema de Justicia norcoreana lo condenó a 15 años de trabajos forzados.

Poco después de su detención y de su juicio -que duró menos de una hora-, en marzo de 2016, el estudiante cayó en coma por causas aún desconocidas, indicaron el jueves lo médicos que lo trataban en Cincinatti.

El tipo de lesiones neurológicas sufridas por Otto Warmbier son por lo general consecuencia de un paro cardio-respiratorio.

El equipo médico había desmontado la explicación brindada por el régimen norcoreano, según la cual el joven padecía botulismo. Los médicos estadounidenses no encontraron rastros de esa enfermedad.

El jueves, el padre de Otto, Fred Warmbier, dijo en una conferencia de prensa, en la que apareció vestido con la chaqueta de su hijo, estar orgulloso de su hijo, "que se encontró en estos últimos 18 meses con un régimen paria, maltratado y aterrorizado".

La muerte de Otto Warmbier tiene lugar en un contexto de exacerbación de las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte a raíz del programa de armamento nuclear de Pyongyang.

El régimen norcoreano, que presenta un pésimo balance en materia de respeto por los derechos humanos, está aislado en la escena internacional en razón de sus ambiciones militares.

Pyongyang multiplicó las priebas de misiles desde comienzos de año, provocando la ira de Washington y las condenas de la ONU.

Tres estadounidenses permanecen detenidos en Corea del Norte: dos de ellos eran profesores en una universidad de Pyongyang financiada por grupos cristianos extranjeros y el tercero es un pastor protestante con doble nacionalidad coreana y estadounidense acusado de espionaje en favor de Seúl.

Exdetenidos como Kenneth Bae denunciaron que durante su permanencia en prisión fueron sometidos a duras jornadas de trabajo y que enfrentaron problemas de asistencia médica y abusos psicológicos. Otros dijeron en cambio que las condiciones de detención eran tolerables.

Queda por saber si la muerte del estudiante representará un golpe fatal a la ya aceitada estrategia norcoreana de detener gente para usarla como moneda de cambio diplomática.

Especialistas consideraron improbable que Pyongyang haya querido deliberadamente sumir en el coma a un ciudadano estadounidense.

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