El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo ayer que la convocatoria de una Asamblea Constituyente en Venezuela es “fraudulenta” y un “nuevo golpe de Estado” promovido por el gobierno y “el fin” del legado del fallecido presidente Hugo Chávez.

“La propuesta anunciada es errada, inconstitucional y fraudulenta. La conformación de la Constituyente sólo con supuestos representantes sectoriales viola los principios fundamentales de igualdad política”, expresó Almagro en un mensaje grabado en video en el que subrayó que la iniciativa es “un nuevo golpe de Estado promovido desde la presidencia del país” con el que busca “consolidar este régimen autoritario”. “Los dictadores de Venezuela quieren dar un golpe definitivo de usurpación de los derechos del pueblo e intentan intimidar con la violencia y el fraude a un pueblo que sabe de libertad y que lucha por volver a tenerla”, sostuvo Almagro.

Almagro argumenta que, según la Constitución de Venezuela, “quien puede convocar a una Asamblea Constituyente es el pueblo exclusivamente”, aunque el presidente tenga “iniciativa para convocar”, porque “es el pueblo el único que cuenta con el poder constitucional originario”. En la visión del secretario general de la OEA, “la violación de la Constitución es el problema venezolano”.

Añadió que el gobierno del presidente Nicolás Maduro lo que está anunciando es “el fin de la Constitución de [Hugo] Chávez y de su legado a partir de un fraudulento llamado a una Asamblea Constituyente”.

Estados Unidos también reaccionó a la convocatoria de la Constituyente por parte del gobierno venezolano. “Lo que el presidente Maduro está intentando hacer de nuevo es cambiar las reglas del juego”, dijo Michael Fitz-patrick, subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental.

“Estamos profundamente preocupados por las motivaciones de esta Asamblea Constituyente, que ignora la voluntad del pueblo venezolano y erosiona más la democracia venezolana”, manifestó. Chile y Argentina expresaron su preocupación por la convocatoria venezolana a la Constituyente.

La Fuerza Armada venezolana respaldó el llamado de Maduro. “Es una propuesta revolucionaria, constitucional y profundamente democrática que nosotros acompañamos desde la Fuerza Armada”, dijo a periodistas el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

La oposición venezolana manifestó su rechazo. La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, votó un acuerdo propuesto por el diputado Juan Miguel Matheus, quien calificó la propuesta de Maduro como la demostración de un “golpe de Estado” continuado. “El poder de convocatoria se ejerce a través de un referéndum consultivo con la universalidad del electorado, con todos los electores, no lo que pretende Maduro, limitarlo”, señaló Mattheus. “Lo único que Maduro quiere es evitar un proceso electoral”, dijo a su vez el líder opositor Henrique Capriles.

La convocatoria de Maduro desató nuevas protestas en el país. Manifestantes bloquearon vías del este y oeste de Caracas con barricadas de basura, llantas y hasta banderas venezolanas. En disturbios en el puente 5 de julio de Petare, cinco efectivos de la Guardia Nacional y un policía del municipio de Sucre fueron heridos, así como dos civiles. Maduro responsabilizó al opositor Julio Borges de “intento de asesinato” por esos hechos.

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