El ex director del FBI James Comey, despedido sorpresivamente el 9 de mayo por el presidente Donald Trump, aceptó dar testimonio en una audiencia pública en el Senado estadounidense, anunciaron ayer los jefes republicano y demócrata de la comisión de Inteligencia de esa cámara.

La sesión tendrá lugar después del 29 de mayo, en fecha a determinar. La comisión envió esta semana una carta a Comey solicitando su comparecencia. El despido del funcionario, cuando investigaba los supuestos nexos de miembros del equipo de campaña de Trump y Rusia, sacudió a Washington.

El fiscal general adjunto de EU, Rod Rosenstein, ha mantenido sesiones informativas a puerta cerrada, el jueves en el Senado y ayer con miembros de la Cámara de Representantes, sobre este hecho.

El anuncio del próximo testimonio de Comey coincidió con la revelación, por parte del diario The Washington Post, de que la investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI) sobre los vínculos entre el equipo de Trump y el
Kremlin apunta a un alto funcionario actualmente en la Casa Blanca, cercano al mandatario de EU.

El rotativo, que citó a fuentes enteradas del asunto, no dio a conocer el nombre de la “persona de interés” en la pesquisa; sin embargo la policía federal lo considera un testigo importante.

Ya se sabía que ex consejeros de Trump estaban en la mira de los investigadores, fundamentalmente el ex asesor en seguridad nacional Michael Flynn y el ex director de campaña Paul Manafort.

Trump partió ayer a Arabia Saudita, en la primera etapa de un viaje al extranjero que la Casa Blanca espera desvíe la atención de la agitación política generada por el despido de Comey.

“Como señaló antes el presidente, una investigación detallada confirmará que no hubo colusión entre la campaña y cualquier entidad extranjera”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en respuesta a la información del Post.

Sobre el mismo tema, el diario The New York Times reportó que Trump dijo a funcionarios rusos durante una reunión celebrada el 10 de mayo en la Casa Blanca que despedir a Comey eliminó “una gran presión” que el mandatario enfrentaba por la investigación de los vínculos de Rusia con la elección presidencial en EU.

“Acabo de despedir al jefe del FBI. Estaba loco, un lunático”, dijo Trump, según el Times, que citó una minuta con un resumen del encuentro que le leyó un funcionario. “Me enfrenté a una gran presión por lo de Rusia y se ha quitado”. Spicer dijo que el “fanfarroneo” de Comey había creado “una presión innecesaria”.

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