La Unión Europea (UE) expresó su preocupación por el deterioro de la situación en Venezuela, particularmente de los ciudadanos comunitarios residentes en el país, por lo que ofreció su disposición de “cooperar” para garantizar su integridad. Mientras que los miembros de la OEA avalaron ayer reunirse el 31 de mayo para dialogar sobre Caracas.


“Venezuela es un país en el que residen más de 600 mil ciudadanos europeos, negativamente afectados por la presente situación y cuya seguridad y bienestar es materia de preocupación para la Unión Europea”, indica la organización.


“Al respecto, la Unión Europea reitera su disposición a cooperar con las autoridades venezolanas para que garanticen la asistencia, la protección y la seguridad de todos los ciudadanos europeos”, asegura.


El llamado fue emitido por los ministros de Exteriores de la UE tras pasar revista a la situación en Venezuela.


En sus conclusiones, los jefes de la diplomacia comunitaria señalan que durante los últimos 10 meses ha aumentado la polarización política, se ha deteriorado la situación económica y social y ha escalado la violencia, causando múltiples muertos y heridos.


“Todos los incidentes violentos deben investigarse”, subraya la declaración adoptada por el Consejo de la Unión Europea.


De acuerdo con Bruselas, la violencia y el uso de la fuerza no resolverán la crisis en el país latinoamericano.


Advierte que el anuncio de la ampliación y el refuerzo de los grupos civiles armados, sólo recrudecerá la violencia y obstaculizará el diálogo.


El recurso a los tribunales militares para juzgar a civiles tampoco es vía para la paz, al ser una práctica contraria al derecho internacional.


Reitera que la salida a la crisis es el trabajo constructivo entre todos los agentes políticos, la abstención de las partes a cometer actos violentos, el respeto pleno al Estado de derecho y los derechos humanos, la separación de poderes y la celebración de elecciones independientes.


“La liberación de los opositores políticos encarcelados y el respeto de los derechos constitucionales de todos los actores a votar y a participar en elecciones constituyen también pasos esenciales para restaurar la confianza y ayudar al país a recuperar su estabilidad política”, indica.


Al igual que en las conclusiones del Consejo de 18 de julio de 2016, la UE apuesta por la cooperación y no por las sanciones para “ayudar al pueblo venezolano a encontrar soluciones pacíficas y democráticas”.


La presión para que la UE endurezca su postura contra el régimen del presidente Nicolás Maduro aumenta al interior del Parlamento Europeo.
La eurodiputada liberal, Dita Charanzová, miembro de la Delegación para el Mercosur, sostiene que la UE debería considerar la implementación de sanciones selectivas contra aquellos responsables de la “brutal represión”.


Asegura que la situación desde hace tiempo rebasó la fase de la condena al régimen de Maduro, demanda la acción real de la UE. “El diálogo ha fracasado y la Unión Europea debe cambiar su enfoque”, afirma.

En tanto, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer por la mínima, los 18 votos que son la mayoría simple, la convocatoria de una reunión de consulta de cancilleres sobre la situación de Venezuela para el 31 de mayo, en la sede del organismo en Washington.


Sin embargo, no será fácil que de la reunión de cancilleres de la OEA salga una conclusión, porque toda decisión debe ser aprobada por “mayoría de dos tercios de votos de los países representados” en el encuentro.

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