El estadounidense Daniel Garza, hijo de mexicanos de Nuevo León, es el presidente de la Iniciativa LIBRE, el think tank conservador más importante en la comunidad latina en temas económicos. Confiesa que votó por Donald Trump porque, a pesar de la retórica antiinmigrante de éste, “la alternativa no era aceptable”. En entrevista telefónica con EL UNIVERSAL repasa los primeros 100 días de la presidencia de Trump.

¿Cuáles han sido los éxitos de estos primeros días de gobierno de Trump?

—Por encima de todo la cuestión de la Corte Suprema. El nombramiento y aprobación del juez Neil Gorsuch fue muy importante, un cumplimiento. También la orden ejecutiva de que por cada nueva regulación federal dos existentes deben eliminarse. La reforma tributaria y la aprobación de oleoductos también son algo muy positivo. Hay otras cosas, como su mayor énfasis en defender la vida, los derechos constitucionales de poseer armas, religión, expresión, esas cosas... Yo creo que han sido muy positivas.

Pero ha sufrido derrotas en promesas clave, como la revocación de Obamacare.

—No todo ha sido arcoíris y felicidad. La tan esperada reforma de Obamacare hasta ahora ha sido un fracaso rotundo. Pedimos borrón y cuenta nueva con lo que era Obamacare, pero la Cámara Baja propuso más de lo mismo... Obamacare ha sido pésimo para la comunidad latina y hasta ahora nos ha decepcionado. Ha habido otras cosas malas, como la prohibición temporal de entrada de refugiados. Fue muy mal ejecutada y dejó un mal sabor.

El tema migratorio ha sido uno de los puntos más críticos de estos 100 días.

—Fue muy severo como candidato. Prometió deportar a todas las personas que estaban aquí sin autorización y ahora propone enfocarse en deportar a personas con antecedentes criminales. Ha ampliado la definición de criminalidad, pero estamos hablando de unas 2 o 3 millones de personas, que es exactamente lo mismo que hizo Barack Obama... En vez de prometer deportar 11 millones, ahora están hablando de 2 o 3 millones. Eso es un progreso. Propuso que actuaría para rescindir la ciudadanía a aquellos niños nacidos en EU: no se ha oído nada al respecto durante su presidencia. Tampoco se ha escuchado absolutamente nada de las remesas, porque no es práctico. Y lo del muro: ahora dice que sólo va a construir un sección, un pedacito. Todo lo que había prometido y todas sus posturas se han ido reduciendo.

¿Será capaz de reconciliarse con la comunidad latina?

—Ojalá, porque tiene el tiempo para hacerlo. Ha cambiado a posturas más pragmáticas en cuestión de inmigración y además le está dando la bienvenida a los demócratas para que comiencen a platicar sobre una reforma de inmigración. Eso sorprendió a todo el mundo. La comunidad latina debe de enfocarse en eso y motivarlo para que se mueva más en esa dirección.

¿La administración Trump le ha pedido consejo en ese sentido?

—Las cosas son diferentes con esta administración. Es como un respiro de aire fresco. Siempre estamos en comunicación, en contacto con algunas políticas. Con la otra administración estábamos marginados 100%. Es una clara diferencia. Esta narrativa de que esta administración es antilatina… Para nosotros todo lo contrario.

¿Qué le pediría a partir de ahora?

—Quiero que siga con ese énfasis en crecer la productividad, pro crecimiento económico. La comunidad latina, en encuesta tras encuesta, repite que la prioridad es trabajo y crecimiento económico. (…) No quiero decir que el tema de inmigración no es importante, pero el enfoque de él es el correcto. La prioridad número uno es el bienestar y el fortalecimiento de la economía.

¿Qué calificación le da?

—Se han producido muchas cosas positivas, ha generado más oportunidades y ha ampliado la prosperidad para la comunidad latina, pero también ha habido muchos fracasos. Le quiero dar una B (notable). Mucho mejor que la previa administración, a la que le di un fracaso, una F.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses