El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió ayer abanderar el “gran resurgir” militar estadounidense con uno “de los mayores aumentos en el gasto de defensa de la historia”.

“Le vamos a dar a nuestras Fuerzas Armadas las herramientas que necesitan para prevenir la guerra y, en caso necesario, luchar en guerras con un solo fin. ¿Saben cuál es? Ganar, ganar”, aseguró Trump en un discurso en el portaaviones de propulsión nuclear Gerald R. Ford en los astilleros de Newport News (Virginia).

Trump se sirvió del escenario inmejorable del más moderno portaaviones de la flota estadounidense, que será botado este año, para presentar, sin dar detalles, su plan militar.

La intervención del presidente se da después de que el lunes la Casa Blanca anunciará que pedirá al Congreso un aumento del presupuesto militar para el próximo año fiscal de 10%, equivalente a 54 mil millones de dólares, con el objetivo de ampliar los números de tropas y arsenales.

“Los navíos estadounidenses navegarán los mares. Los aviones estadounidenses surcarán los cielos y los trabajadores estadounidenses construirán nuestras flotas”, aseguró Trump frente a militares y trabajadores de los astilleros que han construido el portaaviones Gerald R. Ford, una fortaleza flotante que ha costado cerca de 13 mil millones de dólares. El mandatario aseguró que va a negociar precios más bajos para armamento, aviones y navíos de guerra, igual que hizo con el avión Air Force One, con el objetivo de aumentar el arsenal estadounidense a niveles históricos para un tiempo de paz.

Confirman a dos secretarios. El Senado confirmó ayer a Ben Carson al frente del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, así como a Rick Perry como secretario de Energía del gabinete de Trump.

Carson, neurocirujano retirado y ex precandidato presidencial republicano, tendrá a su cargo los programas de vivienda pública y las regulaciones del sector, entre otros.

Los demócratas cuestionaron la preparación de Carson para el puesto, debido a su falta de experiencia en programa sociales y de vivienda, pero Trump consideró que Carson, un afroamericano que creció en un vecindario difícil de Detroit, podría utilizar su propia experiencia para manejar los problemas de la pobreza.

En tanto, el ex gobernador de Texas Perry, de 66 años, fue confirmado para dirigir el Departamento que propuso disolver cuando fue aspirante a la candidatura presidencial de los republicanos en 2011 y cuyo nombre no logró recordar en un debate en vivo en ese entonces.

“Después de haber sido informado sobre todas las importantes funciones del Departamento de Energía, lamento haber querido suprimirlo”, señaló en enero. Perry, quien gobernó Texas durante 14 años. Ha dicho que está a favor de producción de energía inclusive de petróleo, gas, y recursos renovables.

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