Estados Unidos incriminó ayer a dos espías rusos y a dos hackers por delitos cibernéticos, un hecho sin precedentes ya que es la primera vez que se presentan cargos criminales contra funcionarios de Moscú por estos motivos.

Los dos agentes acusados, Dimitri Dokuchaev e Igor Suschin, estarían involucrados en el robo de datos de 500 millones de usuarios de Yahoo en 2014, con los que pudieron obtener información de periodistas y funcionarios rusos y de EU.

Ambos trabajan en el ala de ciberinteligencia del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antes KGB), punto de contacto del FBI para evitar el cibercrimen a nivel mundial.

La inexistencia de un tratado de extradición entre EU y Rusia hace casi imposible que los dos espías puedan enfrentarse a la justicia estadounidense y acabar entre rejas.

El robo cibernético fue realizado conjuntamente con dos piratas informáticos, también acusados y protegidos por la inteligencia rusa. Mientras unos recababan información de utilidad para sus ficheros y dossiers, los otros aprovechaban la colaboración para obtener contraseñas y números de tarjetas de crédito.

Los agentes tienen 43 y 33 años, y los hackers, 29 y 22. Uno de ellos, el kazajo-canadiense Karim Baratov, fue detenido el martes en Canadá; el otro, el ruso Aleksey Belan, es una de las personas más buscadas por el FBI y contaría con la protección del Kremlin para evitar ser procesado.

De todos modos, la demanda existe en una corte de California, en la que se acusa a los cuatro de un total de 47 cargos de forma combinada, por delitos que van desde el espionaje hasta el robo de secretos comerciales. Las penas a las que se enfrentarían serían de hasta 35 años de cárcel.

Para los funcionarios del Departamento de Justicia de EU, ponerles nombre y cara es “suficiente” como para hacer más difíciles sus vidas, e incluso generar un movimiento disuasorio para otros piratas informáticos. Fue por eso, por ejemplo, que el nombre de Belan ya aparecía entre la lista de personas señaladas en las últimas sanciones impuestas por Barack Obama tras el escándalo de la injerencia cibernética en las elecciones presidenciales.

Sin embargo, las acusaciones de ayer no están relacionadas con el ataque que sufrió el año pasado el Partido Demócrata en plena campaña electoral ni tampoco con las dudas e investigaciones sobre la injerencia cibernética de Rusia para favorecer la victoria de Donald Trump y perjudicar a su rival, Hillary Clinton.

La decisión no ayudará a rebajar la tensión entre Washington y Moscú, a pesar del supuesto acercamiento de la administración de Donald Trump hacia la Rusia de Vladimir Putin.

En Moscú, el portavoz presidencial Dmitry Peskov aseguró que el Kremlin no tenía conocimiento sobre los presuntos hackers de Yahoo. “Esta es una pregunta para nuestras autoridades de seguridad. No disponemos de informaciones de ningún tipo”, dijo, según la agencia Tass.

Google News

Noticias según tus intereses