El presidente ruso, Vladímir Putin, promulgó hoy una ley que despenaliza la violencia doméstica, siempre que el agresor no sea reincidente en un plazo de un año, proyecto que ha sido muy criticado por los activistas de derechos humanos.

Según la nueva ley, las agresiones que causen dolor físico, pero no lesiones, y dejen moratones, arañazos o heridas superficiales a la víctima no serán consideradas un delito, sino falta administrativa.

Sólo cuando el agresor vuelva a golpear al mismo familiar en el plazo de un año podrá ser procesado por la vía penal y castigado con la cárcel, siempre y cuando el agredido logre demostrar los hechos, porque la Justicia no actuará de oficio en estos casos.

De acuerdo con los expertos en violencia de género, el 90% de los denunciantes en Rusia no acuden a los juzgados porque el procedimiento es muy engorroso.

Los autores de la iniciativa -dos diputadas y dos senadoras de Rusia Unida, el partido del presidente ruso- argumentan que tan sólo quieren despenalizar las palizas que no ocasionen daño a la salud de las víctimas.

"La descarada injerencia en la familia" por parte de la Justicia "es intolerable", dijo Putin a finales de 2016 en su rueda de prensa anual al responder a una activista que le preguntó sobre la conveniencia de acabar con una ley que permite "encarcelar a un padre por unos cachetes en el culo que el niño se ha merecido".

Ante las fuertes críticas que despertó la ley en Rusia y en el extranjero, el Kremlin llamó a no confundir los conflictos familiares con la violencia doméstica.

"Hay que diferenciar claramente las relaciones familiares de los casos de reincidencia. Si se lee el proyecto de ley, uno se da cuenta de que los casos de reincidencia sí acarrean responsabilidad" penal, dijo Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin.

El presidente de la Duma, Viacheslav Volódin, consideró inaceptables las presiones por parte del Consejo de Europa, que se dirigió por escrito a ambas cámaras del Parlamento ruso para expresar su preocupación.

Los defensores de la ley consideran que el proceso administrativo acelera los trámites a la hora de denunciar y, al mismo tiempo, no impide al agresor rehacer su vida, ya que la ley no le inhabilita para ejercer cualquier profesión.

Además, en caso de reincidencia en el seno familiar el agresor no se librará del castigo penal, independientemente de las circunstancias de la agresión.

De acuerdo con las encuestas, casi un 60 por ciento de los rusos respaldan una reducción del castigo para conflictos menores en el seno familiar.

Entre 12 mil y 14 mil mujeres mueren todos los años a manos de sus parejas en Rusia, según datos difundidos por el Ministerio de Interior ruso en 2008, mientras otras fuentes hablan de que una mujer muere cada 40 minutos en Rusia víctima de la violencia de género.

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