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China siempre ha sido un gigante y lleva años preparándose para asumir el liderazgo global. La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos es para ellos la oportunidad definitiva de ser los protagonistas del siglo. Aún tienen pendientes, incluyendo apagar los temores que su ascenso levanta en la comunidad internacional.

Para México, al que ya varios países de Latinoamérica se adelantaron, lo deseable sería que “mientras estamos con una mano y un discurso con Washington, estemos con la otra mano y otro discurso con los chinos. Sin vender el país, sin cometer el error que cometimos con EU, de dar todo sin pedir nada a cambio”.

Así lo señala, en entrevista con
EL UNIVERSAL, el doctor Renato Balderrama, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

En los últimos meses, China se ha posicionado como defensor de la globalización y del libre comercio. ¿Cómo ha sido el tránsito chino del comunismo al discurso actual del presidente Xi Jinping?

—China no tiene nada de comunista. Tiene un régimen autárquico, un monopolio de un partido. Pero su sistema económico es totalmente abierto en cuanto al libre comercio. Han sido de los grandes inversionistas a nivel mundial. Por lo menos en la última década han roto el récord de inversión en casi todo el mundo y además han desarrollado una política de desarrollo interno basada en tecnologías que ha logrado posicionar a China como uno de los mejores ecosistemas de emprendimiento a nivel mundial.

Los chinos nos han enseñado con su modelo económico excepcional, a partir de las reformas con Deng Xiaoping, a finales de los 70, que son una economía muy heterodoxa. La religión de China es buscar dinero.

Asia siempre ha sido gigante, China ha sido motor económico, cultural, por lo menos regional, o más allá de la región.

Lo novedoso es que China asuma abiertamente ese liderazgo. ¿Qué tanto influye Donald Trump en este destape y está preparada China para asumirlo, para aprovechar la oportunidad que le ofrece el presidente estadounidense con su discurso nacionalista?

—Ni nosotros ni ellos creíamos que Trump iba a ser el presidente. Nadie apostaba por él. Y tampoco creían que no cumpliría lo que prometió. Y lo está haciendo. Los chinos se venían preparando, sobretodo a partir del liderazgo de Hu Jintao, y ahora con Jinping, toda la política exterior que han desarrollado, de crecimiento en armonía, de crecer compartiendo, pero no se imaginaban que se iba a dar tan rápido el factor de un vacío de poder mundial, porque evidentemente con el triunfo de Hillary Clinton hubieran continuado con la política que estaba llevando Barack Obama y antes, Bill Clinton, de ir conteniendo a China dentro de los marcos legales e institucionales.

El TPP era un plan para contener el avance en términos comerciales de China y Obama también diseñó la política de contención militar y se llamó “Pivot To Asia”. Lo que hace Trump al tratar de acelerar esta guerra, que ya es una guerra abierta, descarada, es renunciar al TPP, lo que evidentemente es una tontería. Pero para Trump y su gente, el TPP era como hacer la guerra lentamente a los chinos. Al cancelarlo, la guerra es ya frontal, abierta y con todo.

Al darle en la torre a México para ver cómo reacciona la opinión pública nacional e internacional, el target no somos México, sino China. Entonces, ante este vacío que deja EU dual, China tiene que ocuparlo. Yo no creo que China esté preparada hoy y no se preparó para en tan poco tiempo tomar este liderazgo. Sin embargo, los chinos si algo nos han enseñado es que aprenden rápidamente. Ellos no querían el protagonismo porque implica poner fondos. Ellos querían que EU lo siguiera haciendo, en la ONU, en el Banco Mundial. Pero si EU se baja del carro, China se sube, bajo las condiciones que China seguramente va a imponer.

¿Qué papel juega México en todo esto? ¿Está listo para que China tome este papel protagónico en AL?

—El presidente Enrique Peña Nieto fue a [el Foro de] Boao a decirle a Jinping que ‘los errores que cometieron Fox y Calderón yo no los haré, yo sí voy contigo’. Los chinos la creyeron y se echaron lo del tren. Y ya licitado fue para atrás. Y luego la inversión en Cancún, y en Baja California. China quiere invertir en México, ha sido patente, pero no había dejado México que esto pasara por nuestra comunicación con Washington, pero ahora que Washington nos voltea la espalda ¿dejaremos que China entre? Porque obviamente China entra y la tensión con EU se va a acelerar. China está esperando a ver cuál es la respuesta de México con Luis Videgaray y Peña Nieto. Están a la expectativa.

¿Cuál sería el escenario deseable para México y cuál el probable?

—México tiene que fortalecer su mercado interno, que durante tres décadas se abandonó. Y lo que durante más décadas se abandonó, diversificar el comercio. Ha firmado TLCs con medio planeta y seguimos estando conectados básicamente con un mercado.

Creo que el único país de Asia que a pesar de lo que diga Trump y lo que vaya a pasar se anime a invertir en México, va a ser China. Lo vimos con la inversión de esta automotriz china en Ciudad Sahagún, Hidalgo.

Lo deseable es que mientras estamos con una mano y un discurso con Wa-
shington, estemos con la otra mano y otro discurso con los chinos. Sin vender el país, sin cometer el error que cometimos con EU, de dar todo sin pedir nada a cambio.

¿Y Latinoamérica?

—Chile, Perú, tienen TLCs con China, Corea, Japón, Singapur, India. El Cono Sur ya, de facto, está conectado por TLCs y en comercio, con Asia. Nosotros tenemos que, al conectarnos con América Latina, conectarnos también con Asia. El Cono Sur entendió hace tiempo que es Asia. ¿Cómo va a reaccionar la diplomacia mexicana? Hay que fortalecer nuestra inteligencia comercial en China, Japón, Corea, Singapur, India, que son las economías que más crecen. El próximo gobierno mexicano tendrá que tomar una posición muy fuerte. Si es que se cumplen las amenazas de Trump, que parece que sí. Tenemos que prepararnos para el peor escenario.

¿A nivel global, qué implicaciones tiene el liderazgo de China en un mundo donde se ve el ascenso de los nacionalismos?

—Parte del ascenso de China causa miedo en los vecinos, por la cuestión de las islas, la frontera, porque China fortaleció sus tropas, y China lo ha tratado de atemperar con soft power. Si logra convencer a sus vecinos, arrancando por Corea del Sur, luego Japón y particularmente el sureste de Asia, podremos ver un siglo donde la balanza se empiece a mover para allá.

El siglo de Asia.

—El siglo de Asia salvo, y es el temor de muchos, que con todas estas locuras de Trump y su gabinete, no se desate una guerra en Medio Oriente, Asia, o América Latina. Otro factor muy importante es Rusia. Entender cuál es el juego que juega el presidente ruso Vladimir Putin, porque es vital. La relación Moscú-Beijing es muy complicada, son socios pero no amigos, y Rusia quiere retomar lo que fue. Es un momento muy complejo.

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