El Senado estadounidense, dominado por los republicanos, derogó ayer una ley aprobada durante el gobierno de Barack Obama que impedía comprar un arma a las personas con trastornos mentales.

La medida, aprobada con 57 votos a favor y 43 en contra, ahora pasa al presidente Donald Trump, quien es muy probable que la firme.

La norma afianzaba el sistema de supervisión de quienes deseaban comprar armas de fuego, al exigirle a la Administración de la Seguridad Social incluir en la base de datos a los beneficiarios que sufran de enfermedades mental y que dependan de otra persona para recibir sus beneficios.

Sin embargo, los detractores denunciaban que era demasiado amplia y que discriminaba a aquellas personas que sufren de trastornos siquiátricos.

De acuerdo con el senador republicano Charles Grassley, la ley era injusta hacia los discapacitados porque violaba su derecho constitucional de tener armas.

Explicó que los trastornos siquiátricos enumerados en la legislación “están definidos de una manera muy vaga que no se adecúa a lo establecido en las normas federales como alguien que tiene defectos mentales” y citó como ejemplo gente que sufre de insomnio o anorexia.

La legislación derogada había sido aprobada como parte de los esfuerzos del gobierno anterior para restringir a los compradores de armas, tras la matanza en 2012 de 20 alumnos y seis docentes en la Escuela Sandy Hook en Newtown, Connecticut. En esa ocasión, Adam Lanza, un joven de 20 años con trastornos siquiátricos, mató a tiros a su madre en su casa y luego fue a la escuela donde perpetró la masacre y se suicidó.

La nueva norma se aplicará hasta diciembre y abarca sólo a las personas que reciben pagos del gobierno por estar discapacitados.

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