El Papa Francisco aseguró que algunos “grupitos fundamentalistas” deforman a las religiones y las “enferman”, tras advertir que ningún credo puede fomentar la guerra.

En entrevista publicada este miércoles por el semanario católico belga “Tertio”, el pontifice recordó el concluido Jubileo de la Misericordia y criticó duramente la venta de armas, incluso para mejorar los presupuestos de las naciones.

Advirtió que una religión que fomente la violencia está proclamando un “dios de la destrucción” que es un “dios de odio”.

“No se puede hacer la guerra en nombre de Dios o en nombre de una postura religiosa. No se puede hacer la guerra. En ninguna religión. Y, por lo tanto, el terrorismo, la guerra, no están relacionados con la religión. Se usan deformaciones religiosas para justificarla”, señaló.

Reconoció que todas las religiones tienen grupos fundamentalistas, incluso la cristiana, pero precisó que ellos “destruyen desde su fundamentalismo” porque deforman el propio credo y lo “enferma”, provocando división en la propia comunidad.

Más adelante advirtió que Europa no hizo caso a la frase “nunca más la guerra” surgida después de la Segunda Guerra Mundial y lamentó que se fabriquen armas que son vendidas a los mismos países que son contrincantes.

“Hay una teoría económica que yo nunca traté de constatar, pero la he leído en varios libros: que en la historia de la humanidad, cuando un Estado encontraba que sus balances no andaban, hacía una guerra y ponían en equilibrio sus balances”, estableció.

“Es decir, es una de las formas de hacer riqueza más fáciles. Claro, el precio es muy caro: sangre”, añadió.

También fustigó al laicismo que no respeta la apertura a la transcendencia de las personas humanas y, por ello, no las respeta, las “poda” y las “corta”.

msl

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