A los chinos no los asusta Donald Trump, afirma Frans Paul van der Putten, experto en Asia del prestigioso Instituto holandés de Relaciones Internacionales Clingendael.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el también miembro del Consejo para la Cooperación y la Seguridad Asia-Pacífico, sostiene que Beijing entiende muy bien cómo tratar al presidente electo estadounidense, quien se mueve más en la lógica de los negocios que en el de la política y la diplomacia.

Además, la visión del magnate de volcar a su país hacia adentro traerá consigo una serie de oportunidades que tratará de aprovechar China para expandir su influencia global y acelerar su plan de diversificación económica.

¿Cómo recibieron las autoridades de Beijing el triunfo de Donald Trump?

—El presidente Xi Jinping llamó a Donald Trump y le dijo que la cooperación es la única opción para los dos países. El gobierno chino probablemente está esperando, quiere ver cómo será la política de Trump hacia China. Las autoridades chinas están acostumbradas a que los candidatos presidenciales estadounidenses hagan comentarios negativos sobre China, de allí que no estén alarmadas. Pero el hecho de que Trump sea un hombre de negocios, que eventualmente pueda estar abierto a acuerdos pragmáticos, da esperanza a los chinos de poder trabajar con él. A diferencia de Hillary Clinton, Trump parece no favorecer la injerencia de EU en otros países sobre una base ideológica, lo cual, desde un punto de vista chino, sería un aspecto bienvenido de la próxima administración.

Con su eslogan “Hacer grande a EU de nuevo”, parece que Trump volcará a su país hacia adentro. ¿La disminución del liderazgo de EU en el tablero global se traducirá en una mayor influencia china?

—Indudablemente. El debilitamiento del liderazgo estadounidense en el mundo podría acelerar el surgimiento de China como líder global.

China ha sido hasta la fecha muy cuidadosa para no ser vista como un actor político de peso fuera de Asia, a pesar de que su presencia económica en África y América Latina le ofrece la oportunidad de expandir su influencia planetaria. ¿Bajo la presidencia de Trump, el gigante asiático finalmente despertará como una potencia global dispuesta a asumir responsabilidades mundiales?

—Si Estados Unidos se vuelve una nación menos activa en la escena mundial obligará a China a desempeñar un papel más activo. Sin embargo, este no es el escenario que los chinos preferirían en el corto plazo. Los líderes chinos prefieren, por ahora, que Washington siga desempeñando ese liderazgo para poder concentrarse en el desarrollo económico del país.

Para muchos expertos el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), es más que una zona de libre comercio, es un instrumento para garantizar la influencia y presencia de EU en el Pacífico. Pero Trump ha dado por muerto al TPP. ¿China tiene manos libres para consolidar su influencia en la región?

—El TPP ha sido el principal pilar de EU en su estrategia hacia Asia. Para la administración de Barack Obama era el enfoque indicado para dar garantías a los gobiernos asiáticos de que EU no sólo está comprometido a contrarrestar el creciente poder regional de China, sino que lo seguirá haciendo por muchos años más. Sin el TPP, EU todavía tiene un papel importante por desempeñar en el orden regional asiático, pero se ve seriamente debilitada su credibilidad de estar comprometido a largo plazo. La creciente incertidumbre sobre la futura participación de EU en Asia, puede desencadenar mayores tensiones entre China y algunos de sus vecinos, así como acelerar el dominio regional chino.

La otra gran implicación de volcar a EU hacia adentro es el proteccionismo. Trump ha prometido elevar los aranceles a las importaciones chinas sin importarle sus obligaciones en la Organización Mundial del Comercio. ¿Cómo responderá Beijing?

—La caída de las exportaciones al mercado estadounidense perjudicaría a la economía china. Por ello, es probable que el gobierno chino tome represalias para obligar a EU a abandonar una política arancelaria a la alza. Entre ellas, podría imponer tarifas más elevadas a los productos estadounidenses para los que China es un mercado importante o disminuir sus pedidos de productos importantes de EU, como los aviones comerciales. Por otro lado, puede que esto acelere el proceso de reorientación económica de China, el cual se traduciría en un mayor consumo interno, diversificación de sus exportaciones y mayor inversión en el sector manufacturero de EU y los países terceros que cuentan con buen acceso.

Trump también ha acusado a China de ser un “manipulador de divisas” y es probable que tome medidas. Por otro lado, China posee alrededor de 8% de las reservas federales estadounidenses. ¿Existe el riesgo de una guerra financiera?

—No está en el interés de China vender rápidamente gran parte de sus bonos del gobierno estadounidense, ya que esto disminuiría el valor de sus participaciones restantes, pero sí podría vender algunas de sus participaciones si piensa que la política estadounidense es perjudicial para el valor de estas inversiones o si llega a encontrar mejores opciones para sus reservas de divisas.

El pacto climático de París es trascendental porque fue resultado de la cooperación multilateral entre EU y China, pero ahora, tanto el acuerdo como este canal de comunicación están en riesgo por las contradicciones de Trump. ¿Cuáles serán las consecuencias si Trump abandona el acuerdo climático?

—China seguirá estando comprometida con el Acuerdo de París y aprovechará esa oportunidad para presentarse como un líder responsable en la escena global.

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