El gobierno estadounidense de Barack Obama anunció ayer que anuló oficialmente el Sistema Nacional de Registros de Entradas y Salidas (National Security Entry-Exit Registration System, NSEERS), una política iniciada tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 que obligaba a inmigrantes varones de países mayormente musulmanes a registrarse ante el gobierno federal.

Este programa no se ha usado desde 2011, pero un consejero de inmigración del presidente electo Donald Trump ha hablado de renovarlo.

La decisión de cancelar el NSEERS ocurre en momentos en que aumentan los temores de ataques terroristas a nivel internacional.

Después del ataque con un camión que mató a 12 personas en un mercado navideño en Berlín esta semana, el miércoles Trump dijo a periodistas: “Ustedes conocen mis planes”, en referencia a sus amenazas de prohibir la entrada de musulmanes a Estados Unidos. La eliminación del programa podría complicar aún más al gobierno de Trump lanzar su propio sistema de registro de musulmanes.

Trump nunca habló públicamente de la introducción de dicho programa, pero un asesor cercano, el secretario de gobierno de Kansas, Kris Kobach, dijo el mes pasado que estaba a favor del lanzamiento de un sistema actualizado para todos los extranjeros procedentes de zonas de “alto riesgo”.

Durante una reunión con Trump en Nueva York, el 20 de noviembre, Kobach llevó un documento titulado Plan Estratégico de Kobach para los primeros 365 días. Departamento de Seguridad Nacional. El texto planteaba la reanudación del NSEERS como un tema de alta prioridad.

Kobach ayudó a redactar el programa mientras trabajaba en el Departamento de Justicia bajo el gobierno del presidente George W. Bush.

El sistema de registro comenzó aproximadamente un año después de los ataques del 11 de septiembre y obligó a hombres y niños de una variedad de países —en su mayoría del Medio Oriente— a registrarse con el gobierno federal a su llegada a EU. Los varones de esas naciones que ya estaban en el país tenían que registrarse con las autoridades de inmigración.

Este sistema de registro había sido criticado por ser un intento de vigilar a la gente sólo por tener cierta raza o religión.

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