La Casa Blanca insistió ayer en que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no puede usar su poder Ejecutivo para, antes de dejar el poder, indultar a los más de 750 mil jóvenes indocumentados que llegaron al país cuando eran niños, conocidos como dreamers (soñadores).

La directora de política nacional de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, negó de la manera más contundente hasta ahora la intención de Obama de otorgar el indulto presidencial a los jóvenes que consiguieron frenar su deportación gracias al programa de Acción Diferida (DACA), proclamado por el mandatario en 2012.

En una entrevista con la revista Education Week, Muñoz argumentó que el programa fue creado con el poder Ejecutivo de Obama y tiene carácter temporal, de forma que el presidente electo, Donald Trump, puede derogarlo o cambiarlo una vez que tome posesión de su nuevo cargo el próximo 20 de enero.

“DACA se hizo con el uso de la autoridad Ejecutiva y, obviamente, el próximo Ejecutivo puede hacer lo que quiera. En eso ha sido claro el presidente desde el principio, él quería legislación porque cualquier cosa que él tenga capacidad de hacer tiene carácter temporal”, argumentó Muñoz.

Hace dos semanas, los legisladores demócratas Luis Gutiérrez, Lucille Roybal-Allard y Zoe Lofgren enviaron una carta a Obama pidiéndole no dejar la suerte de los dreamers en manos de Trump y aseguraron que el presidente tiene poder para perdonar las ofensas criminales y civiles, como las que cometen los extranjeros al cruzar ilegalmente la frontera.

En respuesta, Muñoz reiteró que el Congreso es el único con poder para regularizar la situación de los indocumentados y que un perdón presidencial “no protegería a una sola alma de la deportación”. “Sé que la gente espera que la autoridad de conceder perdón sea una manera de proteger a la gente pero no lo es. Por dos razones: una es que el perdón de las autoridades generalmente está designado para casos civiles no criminales, pero además no confiere un estatus legal, sólo el Congreso puede hacer eso”, argumentó Muñoz.

Trump prometió que eliminará el plan DACA, que permitió a los jóvenes indocumentados acceder a un permiso de trabajo temporal y una licencia de conducir. Las medidas de Obama hicieron que miles de jóvenes sin papeles salieran “de las sombras” y se incluyeran de manera voluntaria en una lista del gobierno, que tiene sus huellas dactilares y la dirección de sus casas. Ahora temen ser los primeros inmigrantes en ser expulsados del país por Trump.

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