Nueva York.— El Acuerdo de París contra el cambio climático entrará en vigencia en 30 días, luego de que 72 países responsables de más de 56% de las emisiones globales de gases invernadero ratificaran el acuerdo y alcanzaran así las condiciones requeridas, anunció ayer la agencia de clima de Naciones Unidas (ONU).

El acuerdo entrará en vigor el 4 de noviembre, cuatro días antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, después de que Alemania, Francia, Austria, Hungría, Eslovaquia y Malta —países de la Unión Europea que completaron la ratificación doméstica y representan alrededor del 4% de las emisiones—, así como Canadá y Nepal, aprobaron formalmente el miércoles el acuerdo.

Los países firmantes hasta el momento representan 56.75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, sobre el 55% necesario para que entre en vigor.

“El 5 de octubre de 2016 se alcanzó el umbral para la entrada en vigencia del Acuerdo de París”, dijo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) en su página web. En septiembre se había cumplido el otro requisito: la ratificación de al menos 55 países.

China y Estados Unidos se unieron al acuerdo el mes pasado en un paso conjunto de los máximos emisores mundiales. El pasado fin de semana India anunció que había ratificado el Acuerdo de París y el martes le tocó el turno Nueva Zelanda.

El presidente estadounidense Barack Obama dijo que ayer fue “un día histórico en la lucha para proteger nuestro planeta para las futuras generaciones”, y aseguró a periodistas en la Casa Blanca que “si cumplimos con los compromisos que este Acuerdo de París encarna, la historia podría juzgarlo como un punto de inflexión para nuestro planeta”.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que “el impulso global para que el Acuerdo de París entre en vigor en 2016 ha sido notable. Lo que en un momento pareció impensable ahora es imparable”. En total, 172 países de 195 han ratificado el pacto, según el sitio de la ONU en internet.

El Acuerdo de París compromete a países ricos y pobres a tomar medidas para limitar el aumento en las temperaturas mundiales, aunque las metas no son vinculantes. Exige a los gobiernos presentar planes nacionales para reducir emisiones de gases y limitar el aumento de temperatura a menos de 2 grados Celsius.

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