Los jóvenes entre 18 y 35 años, conocidos como millennials, como ciudadanos habrán visto y participado en los mas grandes cambios electorales, en dos elecciones que transforman y sacuden la política en Estados Unidos: la elección del primer Presidente afroamericano, Barack Obama en 2008 y en 2012; y la elección en la que participa por primera vez por uno de los dos grandes partidos una mujer candidata: Hillary Clinton.  Todo indica será la primera Presidenta mujer en Estados Unidos.  “Nos la debían, creo que es un cambio muy importante” dice una estudiante que se manifiesta entusiasta a favor de Hillary.  Barack Obama tuvo el apoyo de los millennials, en 2008 y 2012; también tuvo el apoyo de dos importantes minorías, las de los afroamericanos y los latinos que son actualmente las minorías que más población entre los 18 y 35 años tienen.

Se considera que si los millennials salen a votar serán un factor importante para el triunfo, e incluso la amplitud del triunfo de Hillary Clinton.  La doctora en Ciencia Política, María Rosa García Acevedo, de la Universidad de California Northridge, considera que los jóvenes se inclinan por Hillary Clinton. “No he visto en el campus a jóvenes que traigan alguna propaganda en sus mochilas en apoyo a Donald Trump, como lo hacían con Bernie Sanders.  Tal vez sin el entusiasmo que despertaba Sanders, pero están mayoritariamente con Hillary.  En un salón con 250 estudiantes, no más del 20 por ciento sería partidario de Trump.”

En California es clara la preferencia por Hillary entre los millennials, lo que no quiere decir que el candidato Republicano Donald Trump no tenga seguidores en este grupo de edad, pero son una desviación de la mayoría, en una generación que se caracteriza por la aceptación de la diversidad racial como una realidad de su tiempo y de una sociedad cambiante.  Es evidente la integración de jóvenes de diversos orígenes: dialogan, comparten, estudian juntos, discuten, crean amistades, están integrados igual en los campus de California State University Northridge, de en University of California Los Angeles (UCLA), en University of Southern California (USC).

¿Qué caracteriza a los millennials Las investigaciones de Pew Research Center los caracteriza como abiertos, con confianza en si mismos, conectados, expresivos, solidarios, étnicos y racialmente diversos, no toman grandes riesgos, menos religiosos que generaciones anteriores, aceptan y se integran a los cambios.  Son la generación en Estados Unidos más educada de su historia.  No les gusta la violencia, resuelven los problemas con paciencia, creatividad, zanjan las discusiones con tranquilidad y argumentos, son solidarios automáticos.  Saben que el mundo cambia y no hacen planes para toda la vida, “de aquí a tres o cinco años”.   Estas características generales, explican por qué mayoritariamente están con Hillary.  No les gusta la violencia, ni siquiera en el discurso.  Rechazan el racismo.  Respetan a las mujeres, rechazan el sexismo.  Es muy probable que se vea en esta elección presidencial el cambio más grande entre el voto joven y de los mayores.  Los millennials son la generación más identificada con los liberales, igual que los latinos que votaron en 2012 por Obama.

¿Por qué los millennials aceptan tan bien los cambios, incluso el demográfico que tanto preocupa a los blancos?  No es un asunto menor: en unos pocos años más los blancos dejarán de ser mayoría en la población de Estados Unidos.  Mientras los blancos de edad se sienten desplazados por los inmigrantes y siguen a Trump porque expresa lo que ellos sienten y no se atrevían a decir.  Los millennials, por el contrario, aceptan a los que son distintos porque conviven con ellos.  Está demostrado que hay mas racismo entre las comunidades de blancos que no han tenido ningún contacto con inmigrantes.  Pero la mayoría de los milenials que se educaron en escuelas públicas convivieron con afroamericanos, con latinos, con asiáticos, que eran sus compañeros cuyas familias en no pocas ocasiones enfrentaban problemas.  Aprendieron a entender al otro, a ser solidarios, a ser amigos.  Por supuesto, en una sociedad diversa, también hay millennials pro-Trump, muchos de ellos se educaron en escuelas privadas y tienen un rechazo al cambio demográfico en Estados Unidos, en general en contra de las minorías.

Entre otros factores que explican que los millennials se inclinen por Hillary y no por Trump son el racismo y el odio que promueve éste último, ignorante de lo que es la frontera y la relación entre ambos países, el sexismo, la poca explicación de sus propuestas, la permanente confrontación.  Hillary Clinton ha dicho que, de ser electa,  en los primeros 100 día de su gobierno presentará una iniciativa de reforma migratoria al Congreso, que incluya un camino a la ciudadanía, que arregle los retrasos de las visas familiares y fortalezca la economía de Estados Unidos; mientras la reforma es aprobada afirma que defenderá y ampliará las acciones ejecutivas emprendidas por el Presidente Obama.  Una política muy distinta a la de Trump que se refiere a los indocumentados mexicanos como criminales, violadores, traficantes de drogas y que ha prometido deportar a 11 millones de distintas nacionalidades; con un racismo a ultranza ha convertido a los indocumentados mexicanos en chivos expiatorios de todos los problemas desde el empleo, los bajos salarios, las empresas que invierten en otros países…

Hillary habla de la relación con México como importante y constructiva para ambos países que tienen la frontera más larga y transitada del mundo con más de 3,200 kilómetros.  Trump habla de construir un muro para separar a México de Estados Unidos, que dice pagará el gobierno mexicano.  Los millennials mayoritariamente rechazan el racismo de Trump, aunque es cierto que en las filas del magnate candidato también hay jóvenes blancos que en los tumultos electorales corean “Build the wall. Kill them all.”  La campaña de Trump se caracteriza por la promoción de la xenofobia y la violencia.

Hace poco mas de cuatro años, los millennials en general apoyaron a los  dreamers cuando se inició aquel movimiento que se expandió en las universidades a favor de que los indocumentados pagaran la misma colegiatura en la universidad que los residentes y pudieran trabajar, sin ser deportados.  Habían llegado a Estados Unidos siendo menores, con sus padres y se habían integrado en las escuelas.  Pero, al llegar a la Universidad no podían pagar la colegiatura o tenían que adquirir deudas enormes, siempre con el temor de ser deportados.  Sus compañeros no sabían que eran indocumentados y cuando mostraron que lo eran tuvieron el apoyo de sus compañeros en las Universidades.

El Presidente Barack Obama promulgó una orden ejecutiva conocida como DACA para que pudieran estudiar pagando la colegiatura de residentes, con acceso a becas y otros apoyos, pudieran trabajar y no fueran deportados, por dos años.  Se renovó dos años mas tarde.  Donald Trump, en su racismo contra los inmigrantes ha prometido deportar a 11 millones de indocumentados, y derogar las el DACA vital para los jóvenes indocumentados.  Con Trump no habrá reforma migratoria ni alivio alguno para los indocumentados.

Los latinos millennials son la mayor parte de quienes podrían votar el 8 de noviembre, son casi la mitad del voto latino.

La población latina en Estados Unidos que podría votar alcanzó ya una cifra récord: 27.3 millones con derecho a votar.  El número de votantes crece rápidamente, en 2012 eran 23.7 millones, votaron sólo 11.2 millones.  El potencial de votación es importante, pero sólo si acuden a las urnas. Para el año 2030 tendrán derecho a voto 40 millones de latinos que forman la minoría que tiene un mayor crecimiento, un gran número de latinos nacidos en Estados Unidos, alcanzará los 18 años.  Los millennials latinos en 2016 son el 44% de quienes tienen derecho a votar.

La mala noticia es que en la elección de 2016 se espera un porcentaje similar o ligeramente inferior.  El voto de los millennials latinos en 2012 fue inferior al promedio, habiendo alcanzado apenas el 37.8%. Habrá que ver qué sucede en noviembre, si aumenta la afluencia a las urnas por parte de los millennials latinos. ¿Es posible por el rechazo que generan las políticas de Donald Trump y por la preferencia por Hillary Clinton?

Los Estados con mayor voto latino son: California que tiene un total de 55 votos electorales y Nueva York con 29 que previsiblemente votarán Demócrata.  Texas con 38 votos electorales que votaría Republicano; y Florida con 29 votos electorales que por lo general vota Republicano pero donde el voto está dividido y favorece ligeramente a Hillary Clinton.   En la Universidad de Florida ha habido una importante movilización de millennials que hacen campaña a favor de Hillary.

Así las cosas, el voto de los millennials tendrá una gran importancia.  El problema es que por lo general sucede con los millennials lo mismo que con los latinos, votan en porcentajes no elevados.  La afluencia de los jóvenes a votar tendrá una gran importancia en noviembre.

Si van a las urnas, el voto de los millennials podría hacer la diferencia.

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