La canciller alemana, Angela Merkel, asumió hoy la responsabilidad por el revés electoral sufrido por sus filas conservadoras en los comicios regionales celebrados ayer en Berlín y admitió que, en parte, se debe a la línea que defiende en la política de refugiados.
La frase de "lo lograremos", con que reiteradamente se ha referido a la capacidad de Alemania para acoger a los solicitantes de asilo llegados al país, ha sido entendida "por más de uno como una provocación", pese a que ésta no era su intención, indicó la líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU).
Dicho pronunciamiento se ha desdibujado hasta "perder su sentido" y aparecer como una "frase vacía", añadió, para reconocer a continuación que, en cambio, no había conseguido "explicar suficientemente" el gran desafío y esfuerzos que, durante años, implicará el cometido de acoger e integrar a esas personas.
Merkel calificó de "muy amargos" los resultados obtenidos por su partido ayer, en la ciudad-estado y capital, como también los que cosechó la CDU quince días atrás en las regionales de Mecklenburgo-Antepomerania.
Dijo que éstos tenían "sin duda" una "componente regional", pero que ello no quita su parte de "responsabilidad" directa en esos resultantes, en tanto que presidenta del partido.
La valoración de Merkel sigue al fuerte revés sufrido ayer por la CDU, que obtuvo un 17,6 %, un mínimo histórico para la formación, reflejo de la erosión que sufren los partidos de la gran coalición.
El Partido Socialdemócrata (SPD), su aliado a escala federal, se defendió como primera fuerza con un 21,6 %, pero perdió 6,7 % respecto a 2011.
Ambas formaciones no podrán reeditar en la ciudad-estado la alianza de gobierno que lideraba el SPD y todo apunta a que se formará un tripartito entre socialdemócratas, la Izquierda y Los Verdes -con un 15,6 % y un 15,2 %, respectivamente-.
La derecha radical de Alternativa para Alemania (AfD) logró un 14,2 % y consigue así representación en su décima cámara regional -del total de 16 "Länder" del país-.
Esta formación dio ya un mazazo a la CDU de Merkel hace quince días, cuando arrebató al partido de la canciller la posición de segunda fuerza en las regionales de Mecklenburgo-Antepomerania (este del país), donde el SPD defendió de nuevo el primer puesto.
jlcg