San José.— Costa Rica, que en 1884 convirtió a San José en la tercera ciudad con iluminación eléctrica luego de Nueva York y París, consolidó ayer una lenta ruptura con la generación energética con hidrocarburos y abrió una planta hidroeléctrica que es la mayor de Centroamérica, la segunda obra de infraestructura más grande del istmo después del Canal de Panamá y la principal central de energía limpia centroamericana.

Para un país que ostenta una cobertura eléctrica del 99.4%, uno de los índices más altos de América Latina y el Caribe, la planta de Reventazón, ubicada sobre unas 1 mil 900 hectáreas en el Caribe, al sureste del territorio nacional, fue construida a un costo de 1 mil 400 millones por el estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), uno de los más importantes nervios y motores del desarrollo de Costa Rica.

Con una generación de 1 mil 582 gigavatios—hora, la nueva planta es capaz de suministrar electricidad al equivalente de un tercio—555 mil—de los hogares costarricenses en apoyo a las fuentes de energías renovables variables, como eólica, solar, hídrica y geotérmica.

“Reventazón no es casualidad”, dijo el costarricense Carlos Obregón, presidente del ICE, al inaugurar una mega—obra que empezó a ser edificada en abril de 2010. “Es producto del carácter visionario del costarricense (Manuel Víctor Dengo) que en 1884 construyó, con fuentes renovables, la primera planta de generación eléctrica y convirtió a San José en la tercera capital iluminada del mundo”, narró.

La obra refleja el “espíritu solidario” de  una lucha social y política emprendida a inicios del siglo XX “para darle solución a la escasa cobertura eléctrica y a la mala calidad de la misma y poner al alcance de la población la energía necesaria para transformar la vida” de los costarricenses, puntualizó.

El ICE es parte de una vía de fortalecimiento estatal desplegada en 1948 y 1949 con factores paralelos claves, como abolir el ejército, nacionalizar la banca, aumentar los gastos en educación y salud, reimpulsar la seguridad social, aprobar el sufragio femenino o derogar prácticas discriminatorias racistas y, luego, masificar el acceso a agua potable, promover la industrialización y consolidar la paz.

Costa Rica, tercer principal productor de energía geotérmica después de Estados Unidos y México, logró que el 99% de la generación eléctrica en 2015 se produjera con recursos limpios, sin utilizar hidrocarburos.

Con un modernizado parque de energía renovable, la meta del modelo eléctrico nacional es “garantizar, al menos hasta 2035, una matriz limpia, renovable e independiente”, proclamó Obregón.

Aunque la factura petrolera de Costa Rica bajó de 2 mil 105 millones de dólares en 2014 a 1 mil 214 millones de dólares en 2015, según datos oficiales, el objetivo es generar electricidad sin consumir hidrocarburos en 2021.

La meta, recalcó,  es “construir y disfrutar de una matriz eléctrica a partir de fuentes renovables”.

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