Washington.— La fiscalía de Nueva York investiga la Fundación Trump para asegurarse de que está “cumpliendo la ley sobre obras caritativas”. A ocho semanas de las elecciones presidenciales, y tras días de dudas sobre la transparencia de la Fundación Clinton, la polémica sobre este tipo de organizaciones filantrópicas salpica al magnate republicano.

El fiscal general del estado, Eric Schneiderman, admitió que la investigación se inició en junio pasado, cuando empezaron a generarse dudas sobre el uso de algunas donaciones destinadas a la fundación de Trump. El descubrimiento de que en 2003 el magnate utilizó 25 mil dólares y los dio a la campaña electoral de la fiscal general de Florida, Pam Bondi, encendió las señales de alarma. La donación se produjo cuatro días después que Bondi se uniera a la petición de investigación por fraude de la Trump University; una vez cobró el cheque, la fiscalía de Florida desestimó el caso por falta de pruebas.

Asesores de Trump aseguraron que la donación a Bondi fue producto de un error administrativo.

El uso de fondos de fundaciones y organizaciones caritativas para temas políticos es considerado un delito, pero no es el único elemento “inquietante” que la fiscalía de Nueva York habría encontrado en la primera revisión del caso. Los ejemplos más ilustrativos son el pago de 20 mil dólares por un retrato a gran escala de Trump, o el gasto de 12 mil dólares por un casco de un jugador de futbol americano autografiado. La campaña del magnate justifica que estos rubros iban a obras de caridad, ya que fueron gastados en subastas benéficas.

“Nos preocupa que la Fundación Trump haya podido practicar algún tipo de irregularidad”, explicó el fiscal neoyorquino en entrevistas televisivas. Este caso no es el primero contra Trump del procurador: anteriormente también lideró la investigación contra la Trump University, la que consideró “un fraude de principio a fin” y una “estafa”.

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