Caracas.— En la víspera de la multitudinaria marcha a favor de un referéndum revocatorio presidencial, el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, ordenó ayer capturar a más opositores señalados de preparar violencia para este 1 de septiembre y anunció que evalúa acciones contra el Parlamento, de mayoría antichavista.

En cadena obligatoria de radio y televisión, Maduro informó que prepara un decreto para solicitar al Supremo venezolano el levantamiento de la inmunidad parlamentaria, medida que podrá aplicarse a los más de 100 diputados opositores que controlan la Asamblea Nacional desde enero pasado. El anuncio en cuestión surge un día antes de la denominada “Toma de Caracas”, una marcha convocada hace semanas por la alianza de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para presionar al Poder Electoral por la agenda del referéndum que impulsa la oposición para revocar al mandatario venezolano.

Según la MUD, la movilización es el inicio de una agenda de pelea que acabará el día que los ciudadanos voten para revocar o no a Maduro, mientras que el chavismo ha advertido sobre supuestos planes de insurrección.

La oposición señala que el árbitro electoral está dilatando el procedimiento conscientemente ya que, si se realiza después del 10 de enero de 2017 y Maduro es revocado, no se celebrarían nuevas elecciones —como ocurriría si la consulta es este año— y sería su vicepresidente el encargado de culminar su mandato hasta el 2019.

En este sentido, Maduro dijo que algunos “cabecillas” de los partidos opositores Voluntad Popular y Primero Justicia son los autores de estos planes violentos “para masacrar a su propia gente” y que dentro de la MUD existe, por ello, “angustia”.

También aseguró que los cuerpos de seguridad están buscando en todo el territorio nacional a varios dirigentes de la MUD que, además de tramar atentados con bombas, planeaban uniformar como militares y policías a sicarios pagados para matar a manifestantes. En los días previos fueron detenidos los dirigentes del partido de derecha Voluntad Popular (VP), Yon Goicochea y Carlos Melo, por supuestamente poseer artefactos para desatar acciones violentas en distintos lugares de Caracas.

Por lo anterior, Maduro afirmó que su gobierno activará un plan preventivo de paz, del que no ha dado mayores detalles, pero que entrará en vigor desde hoy y hasta que finalice el año, para “tener un remate victorioso”.

La oposición, por su parte, empezó a recibir a decenas de ciudadanos que llegaron a la capital del país provenientes de varios estados y que caminaron distancias de hasta 700 kilómetros para participar en la marcha. Cuatro personas en sillas de ruedas, más de 100 indígenas, dos ciclistas y decenas de jóvenes arribaron a Caracas tras varias horas de trayecto y fueron recibidos con aplausos por dirigentes de la oposición venezolana que les brindaron comida y un lugar para descansar.

En Estados Unidos, un portavoz del Departamento de Estado dijo que Wa-
shington está “profundamente preocupado” por lo que percibe como esfuerzos del gobierno venezolano para “intimidar” al pueblo del país sudamericano en vísperas de la marcha opositora. “En una sociedad democrática no hay lugar para emplear los instrumentos del Estado con el fin de abusar, intimidar y silenciar a la oposición política o al público”, dijo.

A su vez, la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció lo que percibe como un “recrudecimiento de la represión y de las violaciones de Derechos Humanos”, y advirtió que cualquier abuso de autoridad en la protesta de hoy será “inaceptable”.

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