Activistas por los derechos humanos reclamaron hoy en Lima un juicio "ágil y transparente" antes del inicio del proceso oral contra once militares acusados de violar a catorce campesinas de los Andes en 1984 durante el conflicto armado entre el Estado peruano y los grupos terroristas Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

Miembros de organizaciones sociales como Demus, Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) y Comisión de Derechos Humanos (Comisedh) se concentraron ante la Sala Penal Nacional, cuyo colegiado B dio inicio al juicio oral.

Se trata del primer juicio contra militares acusados por crímenes de lesa humanidad en la modalidad de delitos sexuales, cometidos presuntamente en las provincias de Manta y Vilca, pertenecientes a la región de Huancavelica, en los Andes del centro de Perú.

Los manifestantes desplegaron una pancarta con el lema "Caso Manta y Vilca, por un juicio ágil, justo y transparente. Violencia en el conflicto armado".

Estas organizaciones asumieron acompañar jurídicamente a las víctimas y la representante de Demus, María Ysabel Cedano, declaró a Efe que la violencia sexual "constituyó un crimen de lesa humanidad entre los años 80 y 90, y fue sistemática y generalizada", por lo que reclamó que la sala condene a los militares.

"Han pasado treinta años hasta el juicio porque hay una cultura sobre violación sexual en Perú que echa la culpa, estigmatiza y no cree a las víctimas", lamentó.

Cedano explicó que en Perú existen más de 5 mil casos registrados de mujeres víctimas de violación sexual durante el conflicto interno y 147 hijos producto de esos delitos.

La abogada de la Comisión de Derechos Humanos, Dania Coz, confió en que el juicio pueda sentar precedente porque recordó que hasta ahora existen "grandes problemas" para juzgar los casos de abusos, ya que "aunque el Estado tiene los medios y las pruebas, no se hace".

En la protesta también expusieron placas que recordaron casos de violaciones por parte de grupos militares en Perú entre los años 80 y 90, mientras que cuatro mujeres vestidas de luto formaron la palabra justicia con piedras.

Los casos de Manta y Vilca están recogidos en el informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), que concluyó que "los soldados acostumbraban a incursionar en la comunidad y violar sexualmente de las mujeres en sus casas o en la base militar".

El informe destacó el caso de Amalia Tolentino, quien junto a una niña, de 13 años, "fueron violadas por 10 y 15 soldados, respectivamente".

El conflicto interno acontecido entre 1980 y 2000 dejó alrededor de 69 mil muertos, la mayoría a cargo de Sendero Luminoso, de los que alrededor de 16 mil permanecen desaparecidos, según el mismo informe la CVR.

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