La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó hoy la muerte a tiros del periodista brasileño João Miranda do Carmo, el tercero en lo que va de año en ese país, y pidió a las autoridades una investigación rápida para conocer los móviles y capturar a los responsables.

Miranda do Carmo, de 54 años, murió en la noche del domingo pasado en su vivienda en el municipio de Santo Antônio do Descoberto, en el estado de Goiás, cuando varios desconocidos se bajaron de un automóvil, llamaron a la puerta de su vivienda y, al abrir el periodista, le dispararon a quemarropa.

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo, instó a las autoridades a "indagar de manera expedita" el crimen e identificar a los "instigadores y a los asesinos materiales", para "evitar la impunidad y la falta de justicia en estos casos de violencia".

El periodista, además de precandidato a concejal por el Partido Comunista de Brasil, era propietario y editor del diario digital SAD Sem Censura, en el que publicaba "temas policiales, de violencia, corrupción política y sobre la gestión y problemas del municipio".

El hijastro del periodista dijo a medios locales que Miranda do Carmo había recibido numerosas amenazas de muerte, "siempre a causa de su profesión".

Por su parte, la Policía Militar de Goiás dijo que a principios de año el vehículo del periodista fue incendiado en una aparente advertencia para que dejara de "tocar ciertos temas".

En el informe sobre Brasil, presentado en la reunión semestral de abril pasado, la SIP, con sede en Miami, señaló que la "libertad de expresión durante este último período mantuvo sus características preocupantes, especialmente en relación con homicidios y agresiones".

Este año también resultaron muertos de forma violenta en Brasil João Valdecir de Borba, locutor en la emisora Radio Difusora AM, en el municipio de São Jorge do Oeste, Paraná, y Manoel Messias Pereira, propietario del portal noticias sediverte.com.br, en la ciudad de Grajaú, Maranhão.

Un total de 17 periodistas, incluidos los tres brasileños, han muerto de forma violenta en América: nueve en México, dos en Guatemala, uno en Venezuela, uno en El Salvador y uno en Estados Unidos.

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