La Casa Blanca evitó asignar responsabilidades por el pirateo de casi 20 mil correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC), a pesar de que la campaña de la candidata presidencial de ese partido, Hillary Clinton, acusó a Rusia del ataque cibernético que generó la filtración.


El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, no quiso hacer comentarios sobre el responsable de la filtración dado que el Buró Federal de Investigación (FBI) abrió su propia pesquisa sobre el asunto.


"Sabemos que hay varios actores, tanto estatales como criminales, que buscan puntos vulnerables en la seguridad cibernética de Estados Unidos y eso incluye a Rusia", dijo Earnest en su conferencia de prensa diaria.


No obstante, el portavoz no quiso respaldar los informes que apuntan al gobierno de Vladímir Putin y se limitó a asegurar que el FBI investigará el asunto "cuidadosamente".


Además, afirmó que es posible que la agencia policial estadounidense no haga públicas las conclusiones de su investigación, dado que antes de hacerlo tendrá que determinar si eso es "beneficioso" para los intereses de Estados Unidos.


Earnest reconoció que "algunas entidades del sector privado" han sacado conclusiones sobre la filtración, pero que el Gobierno prefiere llevar a cabo su propia investigación y que por el momento no ha habido contactos oficiales entre Estados Unidos y Rusia sobre el asunto.


El jefe de campaña de Clinton, Robby Mook, aseguró este domingo que había recibido información de expertos según la cual "actores estatales rusos irrumpieron en el DNC, se llevaron todos esos correos electrónicos" y los filtraron a través de Wikileaks.


Mook opinó hoy que el objetivo de los piratas rusos era ayudar al candidato republicano, Donald Trump, y recordó que la filtración se produjo justo después de que ese partido cambiara su programa político "para hacerlo más prorruso".


"No creo que sea una coincidencia que estos correos electrónicos salieran a la luz en vísperas de nuestra convención (demócrata en Filadelfia) y creo que eso es preocupante", afirmó hoy Mook a la cadena CNN.


La campaña de Trump ha criticado esos argumentos y negado cualquier implicación en la filtración, que se produjo el viernes, cuando Wikileaks aseguró tener en su poder 19 mil 252 correos electrónicos del DNC.


En varios de esos correos, altos funcionarios del partido hablan de estrategias para vencer a Bernie Sanders, que se enfrentó a Clinton en las primarias por la candidatura presidencial demócrata.


El escándalo ha provocado la renuncia de la líder del Comité Nacional Demócrata (DNC), Debbie Wasserman Schultz, quien anunció el domingo que dejaría el cargo después de la convención del partido y hoy indicó que ni siquiera dará un discurso en el cónclave.


El portavoz de la Casa Blanca tampoco quiso criticar hoy las acciones de la cúpula del partido ni de Wasserman Schultz, nominada para el cargo por Barack Obama y a la que el presidente expresó su aprecio y agradecimiento en un comunicado este domingo.


"No voy a entrar en el contenido de los correos electrónicos", indicó Earnest. "Hay mucha gente en Filadelfia que puede hablar del estado de nuestro partido y los esfuerzos para tener éxito en las elecciones, y dejaré que sean ellos quienes lo hagan".


jlcg

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