Bruselas.— El voto británico a favor de abandonar la Unión Europea (UE), ha terminado por dividir a los socios del bloque sobre el curso que deben tomar las conversaciones para contener los impactos de la transición de 28 a 27 miembros.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, al igual que el premier italiano y el mandatario francés, Mateo Renzi y François Hollande, respectivamente, son de la idea de concretar la salida de Londres cuanto antes. En cambio, la canciller alemana, Angela Merkel, pide no precipitarse ante lo que llamó “una lamentable y dolorosa decisión”. En lo que sí hay coincidencia es en que no discutirán con Londres las modalidades de salida hasta que el gobierno británico formalice su petición de abandono. Para ello, deberá invocar el Artículo 50 del Tratado de la Unión, el cual abrirá un periodo de 24 meses para sellar el abandono.

“Estamos de acuerdo en que el Artículo 50 de los tratados europeos es claro, el Estado miembro que desee abandonar la UE tiene que notificarlo al Consejo Europeo. Esto significa, y estamos de acuerdo en este punto, que no habrá conversaciones formales o informales sobre la salida británica hasta que el Consejo Europeo haya recibido la solicitud”, dijo Merkel, tras un encuentro en Berlín con sus homólogos de Italia y Francia.

Sin embargo, desde Londres Cameron descartó que vaya a invocar el Artículo 50 pronto; insistió en que será su sucesor quien lo haga y aunque reconoció que “dejar la UE no fue el camino que recomendé”, añadió que elogia “nuestras increíbles fortalezas” y confió en que el país no “dará la espalda” al bloque europeo.

Asimismo, descartó que se vaya a celebrar otro referéndum, pese a las peticiones en ese sentido de más de 3 millones de británicos.

Los jefes de Estado y de gobierno de la UE se reúnen hoy en Bruselas para hacer una fría evaluación del referéndum británico y sus implicaciones para Gran Bretaña y el proyecto europeo. Alemania, Francia e Italia plantearon desde ayer que pretenden avanzar rápido al ajuste a una UE de 27 miembros con “medidas concretas” ante el terrorismo yuhadista, los refugiados, el empleo y los jóvenes.

Cameron hablará por primera vez con sus colegas desde el sí al Brexit en el referéndum del jueves pasado. Se espera que transmita el mismo mensaje que dio ayer ante la Cámara de los Comunes, incluyendo que Europa debe respetar la decisión soberana del pueblo británico y que el país requiere de tiempo para conducir unas negociaciones que serán “complejas y difíciles”.

Previo a la cumbre, el Parlamento Europeo celebrará una sesión extraordinaria en la que está prevista la intervención de Juncker; el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y muy probablemente el autor de la “separación británica”, el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido, Nigel Farage.

El miércoles los líderes europeos volverán a reunirse, pero lo harán sin Cameron, lo que marcará el primer Consejo Europeo en el que se excluye a Reino Unido desde su ingreso al bloque.

Los expertos aseguran que los mandatarios deberán llegar a una conclusión política para tratar de amortiguar la incertidumbre en los mercados. Igualmente, se espera que Tusk aproveche la coyuntura para hacer una reflexión sobre el futuro de la UE.

En lo que Europa define la hoja de ruta, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, realizó una visita relámpago a Roma, Bruselas y Londres, en la que reafirmó la alianza estratégica que hay con Reino Unido y la necesidad de una “Europa fuerte”.

También trato de inyectarle tranquilidad al proceso, pidiendo que “no pierdan la cabeza”, ni actúen por “venganza”. En su lugar, continuó en presencia de la Alta Representante de la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, deben “buscar la manera de mantener la fuerza que sirva a los intereses y valores que nos unieron en un principio”.

En cuanto a la relación de Estados Unidos con Reino Unido, afirmó que es “indestructible”.

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