Los sindicatos argentinos realizaron ayer una multitudinaria protesta en Buenos Aires contra las políticas laborales que lleva adelante el gobierno del presidente argentino Mauricio Macri y la pérdida de puestos de trabajo, que cifraron en más de 130 mil en los últimos cuatro meses. Según los organizadores, en la marcha participaron unas 300 mil personas.

En un hecho histórico, las cinco centrales de trabajadores argentinas se unieron para participar en la protesta y exigieron “declarar la emergencia ocupacional” por medio de una ley que evalúa el Parlamento para prohibir los despidos sin razones por 180 días o exigir el pago de una doble indemnización en caso de despido. El mandatario amenaza con vetarla si se aprueba. Además, ratificaron “la plena vigencia del derecho de huelga sin ningún protocolo de seguridad” que les impida manifestarse en las calles.

Macri asumió el pasado 10 de diciembre. Desde entonces, además de una fuerte devaluación, hubo un incremento de tarifas de entre 300% y 700% en servicios públicos como el transporte, agua, electricidad y gas. Además, van más de 130 mil despidos en los sectores público y privado, según los gremialistas.

Macri defendió sus políticas y abogó por un “empleo de calidad, no un empleo público inútil”.

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