Se esperaba un discurso de investidura más de propuestas que de reproches y así fue. El líder socialista Pedro Sánchez se subió ayer a la tribuna del Congreso de los Diputados con el objetivo de convencer a todos los partidos políticos, con la excepción del gobernante Partido Popular (PP), de que le apoyen hoy en la votación de investidura y así convertirse en presidente de lo que llamó un gobierno “del cambio y del diálogo”.

Un gobierno que deje atrás “el chantaje, la imposición y el abandono, que destierre de la vida pública el insulto, la descalificación, el miedo que atenaza y fractura, que abra un tiempo de tolerancia y respeto, y que esté presidido por el diálogo y el acuerdo”. Un gobierno que a priori no podrá alcanzar puesto que la suma de votos de los partidos que hoy por hoy le apoyan no es suficiente.

Tras criticar al presidente en funciones, Mariano Rajoy, por no haberse querido someter al debate, consciente de que no tiene la mayoría suficiente para formar gobierno, reconoció que él tampoco la tiene, así que apeló al consenso con las demás fuerzas políticas. “La cesión no es una derrota, sino un puente hacia el entendimiento. Creo de corazón que en esta hora es crucial para quienes tenemos diferentes ideas, comprometernos en una causa común: nuestra patria, España”, señaló. “¿Por qué no nos unimos para hacer un gobierno del cambio? ¿Por qué no votamos juntos a favor de todo en lo que estamos de acuerdo? ¿Dónde está el problema?”, se preguntó.

La palabra cambio fue la más pronunciada durante las casi dos horas que duró su discurso. Hasta 40 veces la repitió. “Sólo hay dos opciones”, dijo, “o no hacer nada y dejar al señor Rajoy y su gobierno en funciones durante los próximos meses, o apostar por un cambio nacido del diálogo y del acuerdo. A esta Cámara le toca decidir qué postura tomar. Nos quedamos parados o nos ponemos en marcha”, añadió.

En este sentido pidió a los 350 diputados que conforman el Congreso que no se olviden de que salir de la sesión de investidura “sin un acuerdo” significará que todos ellos “han hecho mal su trabajo”.

Sánchez rechazó “una gran coalición” como quiere el PP y una coalición de izquierdas “porque no suma, así que sería una falsa esperanza”, pero defendió una nueva forma de hacer política e insistió en la idea del “mestizaje ideológico”. “El mestizaje enriquece, mientras la uniformidad empobrece, el diálogo abre la mente, mientras que la obcecación, la cierra”, aseguró

El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) citó algunas de las medidas acordadas con el partido Ciudadanos: se comprometió a modificar la reforma laboral aprobada por Rajoy, a bajar el IVA en la cultura, a eliminar algunos aspectos de la polémica Ley de Seguridad Ciudadana, a aumentar el número de refugiados acogidos en España, así como a restablecer la sanidad universal y gratuita.

Hoy en la votación de investidura necesita 176 diputados para obtener una mayoría absoluta, con la que no cuenta, pues sólo tiene los 90 escaños de su partido y los 40 de Ciudadanos. El viernes, en segunda votación, sólo requiere de mayoría simple (más síes que noes), y sobre todo la abstención de Podemos, que tiene 69 escaños, para lograrlo.

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