La Paz.— El presidente de Bolivia, Evo Morales, protagonizó ayer una tormenta política en su país, tras la revelación de que el hijo que tuvo en 2007 con la empresaria Gabriela Zapata y al que creía fallecido está vivo, por lo que ha pedido que se lo entreguen.

“Si está con vida, primero es una alegría para mí. Es como una bendición finalmente que esté con vida. Aunque me pregunto por qué desde 2007 me lo ocultaron, por qué razones me alejaron, qué intereses hay detrás de este alejamiento”, cuestionó Morales.

El mandatario se pronunció ayer tras un agitado fin de semana en el que Zapata fue enviada a la cárcel por supuestos delitos económicos, lo que provocó que familiares de la mujer y también su abogada revelaran que el hijo que tuvo con el presidente está vivo.

Morales insistió en su versión de que en 2007 Zapata le comunicó que el menor había fallecido tras una enfermedad, pero la familia materna aseguró que el niño vive y tiene entre ocho y nueve años. “Si su familia me permite quiero recoger al niño”, dijo el gobernante.

La explicación que ha dado Morales implica que el gobernante creyó sin más a Zapata cuando le dijo que el niño había muerto, pero no lo comprobó ni acudió al velatorio ni al entierro del bebé.

El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, denunció una supuesta “articulación política” para atacar a Morales con este caso y como prueba mostró antiguas fotografías de dos hermanos de Zapata con diputados opositores vinculados al líder de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, y el ex presidente Jorge Quiroga.

Según el vicepresidente, ambos políticos “se olvidaron” de las denuncias de tráfico de influencias y ahora usan el asunto del hijo del gobernante y la empresaria para atacar a Morales.

El presidente había sido acusado de supuesto tráfico de influencias debido a que Gabriela Zapata fue hasta la semana pasada alta ejecutiva de una empresa china, Camce, que firmó millonarios contratos con el Estado por adjudicación directa y sin licitación.

Quiroga y Doria Medina rechazaron, por separado, las acusaciones y aseguraron que el Ejecutivo se está desacreditando solo. “Yo le cedo a García Linera la cabeza de la oposición porque ha destrozado al presidente con lo que ha dicho”, dijo Quiroga y sostuvo que todo es fruto de la relación de Morales y Zapata. Doria Medina señaló que Morales “está metido en un escándalo por decisiones personales”.

La abogada de Zapata, Ángela Burgoa, afirmó que el domingo fueron presentados ante una juez los certificados de nacimiento de los hijos de su cliente, entre ellos el del niño de Morales como una prueba de que existe. Agregó que la única persona que puede presentar al menor es Zapata.

La relación de Morales y Zapata se conoció hace unas semanas, en medio de la campaña del referendo sobre la reelección del mandatario. Zapata está acusada de “legitimación de ganancias ilícitas, enriquecimiento de particulares con afectación al Estado y uso indebido de influencias”.

Según el abogado Walter Zuleta, que también defiende a Zapata, la Fiscalía investiga movimientos por 250 mil dólares en tres años. La Policía también detuvo ayer a Cristina Choque, jefa de Gestión Social, por la sospecha de que permitió a Zapata el uso de un vehículo oficial y de esas oficinas para supuestas reuniones con empresarios.

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