Las autoridades migratorias de EU ya deportaron a 77 de los 121 migrantes indocumentados que fueron detenidos el primer fin de semana de enero en diferentes operaciones en los estados de Georgia, Texas y Carolina del Norte, indicó un portavoz de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

"Como resultado de las recientes acciones relativas a unidades familiares, el ICE ya ha deportado a 77 individuos a Honduras, Guatemala y México", indicó este portavoz.

Este vocero afirmó que las detenciones afectaron a adultos y niños migrantes sobre los que pesaba una orden judicial final de deportación y que "tuvieron la oportunidad de presentar recursos ante un juez migratorio".

El Departamento de Seguridad Nacional ha insistido en varias ocasiones que los arrestos y deportaciones se han dirigido contra migrantes que tienen órdenes finales de deportación y que han agotado todos los recursos legales, al no tener derecho a reclamar asilo u otro alivio humanitario bajo las leyes estadounidenses.

De hecho, el portavoz del ICE defendió hoy que las 77 deportaciones no se dirigieron contra individuos que tenían pendiente un recurso ante la Junta de Apelaciones de Inmigración (la mayor instancia judicial para temas migratorios) y tampoco contra migrantes que todavía tenían plazo para presentar apelaciones.

Frente a ello, diferentes organizaciones de migrantes critican las redadas y aseguran que infligen un daño y angustia innecesario a las familias, que quedan "rotas" tras las deportaciones.

En EU, los representantes de los partidos Republicano y Demócrata están de acuerdo en que el sistema migratorio actual no funciona, pero mientras los republicanos apuestan por reforzar la frontera, los demócratas consideran necesario apoyar las medidas migratorias del presidente Barack Obama.

Estas medidas, proclamadas por Obama en noviembre de 2014, se encuentran ahora bajo el examen del Tribunal Supremo, que deberá decidir sobre el futuro de 5 de los 11 millones de indocumentados que viven en el país, en su mayoría padres con hijos estadounidenses o jóvenes que llegaron a EU de niños.

A cambio de proclamar estas medidas, Obama decidió endurecer la política de deportaciones, una decisión que ahora perjudica a los 77 migrantes que ya han sido enviados a sus países.

ahd

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