La infanta Cristina compareció ayer ante tribunales en Palma de Mallorca para el inicio de un histórico juicio en el que se le acusa de ayudar a financiar su estilo de vida con fondos que su esposo recibió de un supuesto plan de malversación de fondos públicos.

Cristina, de 50 años, y su esposo, Iñaki Urdangarin, no hicieron declaraciones durante la audiencia, mientras el fiscal del Estado, Pedro Horrach, y la defensa de la hermana menor del rey de España, Felipe VI, pidieron el sobreseimiento de la acusación.

La infanta Cristina está acusada de dos delitos de evasión fiscal que suponen una pena de ocho años de cárcel, por supuestamente no declarar los impuestos sobre gastos personales pagados por una firma de bienes raíces que es propiedad de ella y su marido.

Jesús María Silva, abogado de la infanta, dijo que deben retirarse los cargos en contra de Cristina porque las autoridades están de acuerdo en que ella no cometió delito alguno y que debe enfrentar a lo sumo una multa administrativa por evasión fiscal.

Además, el fiscal Horrach pidió que se exonere a la hermana del monarca en aplicación de la doctrina Botín, que establece que no se puede abrir juicio a un imputado si sólo presenta cargos contra él la acusación popular, circunstancia en la que se encuentra la infanta, ya que la Fiscalía no presentó cargos contra ella, sólo lo hizo el sindicato Manos Limpias. El juicio marca la primera vez que un miembro de la familia real española afronta cargos penales desde la restauración de la monarquía en 1975.

Los magistrados tendrán que sopesar si la pareja incurrió en abusos a través de la consultora inmobiliaria Aizoon. Urdangarin y otros están acusados de desviar hasta 6.2 millones de euros de contratos. El esposo de Cristina, quien tenía el título de duque de Palma, afronta cargos por supuestamente haber utilizado ese título para conseguir acuerdos a través del Instituto Nóos, una organización sin ánimo de lucro que dirigía con otro socio.

Se prevé que la infanta declare junto al resto de acusados a partir del 9 de febrero y el juicio dure hasta junio.

Felipe VI no recibe a presidenta del Parlamento catalán. Entretanto, ayer se informó que el rey Felipe VI no recibió en el Palacio de la Zarzuela a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, para tomar nota del nombre del nuevo mandatario de la región española, Carles Puigdemont. Forcadell cumplió con el trámite a través de e-mail.

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