México y Rusia celebran el 11 de diciembre de este año, el 125 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, es así como este hecho histórico nos brinda la oportunidad para hacer un balance del estado actual que guardan los vínculos entre ambas naciones.

La relación entre México y Rusia ha transitado por diversos momentos políticos, sociodemográficos y económicos; sin embargo, un elemento que ha permanecido constante a lo largo de los años, es su desarrollo y evolución independientemente de las coyunturas vigentes. Gracias a su pragmatismo, pese al breve periodo en el que se interrumpieron los contactos bilaterales, México ha logrado construir un puente de entendimiento con el país más extenso del mundo, cuyos pilares descansan en el constructivo diálogo político que se ha mantenido a distintos niveles, así como en la cooperación que ambos Estados han establecido, de manera particular, en la esfera cultural, educativa, técnico-científica, entre otras. El intercambio comercial, si bien dista todavía de alcanzar su máximo potencial, figura también como un eslabón clave de la relación, lo mismo hace al flujo de turistas rusos a México, el cual se ha incrementado de manera notable en los últimos años.

Al inicio de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, una de las metas fundamentales consistió, precisamente, en activar la agenda económica con Rusia, lo que derivó en el establecimiento de la oficina de representación de ProMéxico, en mayo de 2015. De la misma forma, se planteó la importancia de promover a México como destino turístico por excelencia, lo que culminó con la apertura de la oficina de representación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) en noviembre de 2014.

Pero más allá de la retórica, la pregunta que surge en el marco de este acto conmemorativo es ¿dónde nos encontramos en este momento? Para responder a dicha interrogante debemos comenzar por mencionar que Rusia ha identificado a América Latina como una de sus prioridades en materia de política exterior, ello en aras de fomentar una estrategia multivectorial que otorgue su peso justo a cada uno de los actores que forman parte del sistema internacional. Bajo tal contexto es que México ha destinado sus esfuerzos no sólo al fortalecimiento del diálogo político con Rusia en los ámbitos bilateral y multilateral, sino a la ampliación de programas destinados a incrementar la cooperación en diversos ámbitos, así como a la intensificación del intercambio comercial, ello sin contar la labor que se ha puesto en marcha para incrementar las inversiones recíprocas.

Los frutos de una intensa actividad diplomática. En lo que se refiere al diálogo político, como se señaló previamente, éste no se ha limitado al entorno bilateral; México y Rusia tienen posturas coincidentes en numerosos temas de la agenda de foros multilaterales como la ONU, G20, APEC y la OMC.

Ejemplo de ello es que en años recientes, los presidentes Peña Nieto y Vladimir Putin intercambiaron posiciones en el marco de la 22 Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se celebró en Beijing, República Popular de China, y en la 8 Cumbre de Jefes de Estado del G20 (2013) con sede en la ciudad de San Petersburgo, Rusia. Por su parte, los cancilleres José Antonio Meade Kuribreña y Claudia Ruiz Massieu, se reunieron con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, a los márgenes del 69 (2014) y 70 (2015) periodos de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas. Fue durante el 70 aniversario de las Naciones Unidas que los cancilleres Ruiz Massieu y Lavrov destacaron la importancia de la conmemoración de los 125 años de la relación entre ambos países, tomándose ésta como un punto de partida para su relanzamiento.

Con respecto al ámbito bilateral, en cuanto al diálogo político se han registrado encuentros de distinta naturaleza, pero entre éstos se distingue la realización de la Novena (2013) y Décima (2015) edición del Mecanismo de Consultas Políticas, plataforma de intercambio que se formalizó en octubre de este año, al adoptar la agenda temática que regirá para próximos encuentros.

En lo que se refiere al aspecto económico, el intercambio comercial ha experimentado un crecimiento del 285% entre 2004 y 2014, mientras que las inversiones de México en Rusia han aumentado considerablemente. Actualmente empresas como Gruma (sector alimenticio) y Nemak (sector automotriz) se han abierto camino en el mercado ruso; también la aerolínea Interjet se ha incorporado a esta dinámica al adquirir 30 aviones rusos de diseño ruso Sukhoi Superjet-100, en los últimos dos años. La apertura de las oficinas de representación de ProMéxico y del CPTM, son reflejo fiel de la tendencia positiva que ha mostrado tanto el flujo comercial como el turístico. El establecimiento de ambas entidades nos habla del potencial que Rusia representa para México.

En relación con la cooperación educativa y cultural, México y Rusia han registrado avances importantes. Hoy en día, en virtud del programa de becas vigente, cerca de 45 estudiantes mexicanos están realizando estudios de posgrado en Rusia; por otro lado los intercambios culturales se han intensificado en todas sus vertientes; llama la atención en este caso la exposición “La Gravedad de los Asuntos” en el Museo Politécnico de Moscú, proyecto que involucró la participación de 9 artistas y un científico mexicano en colaboración con ROSCOSMOS, el festival cultural ¡Viva México! en Sochi —en donde se dieron presencia más de 140 artistas mexicanos—, así como la publicación de una antología de textos de Octavio Paz traducidos al ruso por la Facultad de Filología de la Universidad de Lomonosov.

Por lo que toca a la cooperación técnica-científica, se han logrado concretar proyectos en áreas de energía, salud, medio ambiente, investigación espacial y aeronáutica, tecnología satelital, nanotecnología, mecatrónica, biotecnología y química. Destaca en este ámbito el acuerdo entre México y Rusia para la cooperación en el campo del uso pacífico de la energía nuclear, cuyo decreto promulgatorio se emitió en septiembre de 2015.

Actividades conmemorativas. Por otro lado, digno de mencionar es la multiplicidad de actividades verificadas este año con motivo del 125 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, entre éstas encontramos los “Días de México” en Ekaterimburgo, la participación de la Banda de Música Representativa de las Fuerzas Armadas Mexicanas en el festival militar “Spasskaya Bashnya”, la exhibición del pintor ruso-mexicano “Vlady” en el Museo de Artes Decorativas en Moscú, la emisión conjunta —por primera vez en nuestra historia— de timbres postales dedicados a celebrar el 125 aniversario, así como la exposición de “Vanguardia rusa” en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Todo ello es muestra de la voluntad de ambas partes de fortalecer los lazos de amistad.

Próximamente se inaugurarán también exposiciones documentales facsimilares tanto en la Ciudad de México como en Moscú, que dan cuenta de la historia de la relación bilateral.

Temas pendientes y oportunidades en la agenda bilateral. Los hechos antes detallados, sin ser exhaustivos, demuestran la solidez de una relación que se ha construido y perfeccionado a lo largo de las décadas, pero persisten retos que deben ser atendidos, al tiempo que existen oportunidades que aún se encuentran sin explorar, es por ello que México y Rusia tienen la responsabilidad de continuar trabajando para alentar cambios favorables que, en última instancia, se vean reflejados en la consolidación de una relación estratégica.

Temas pendientes que, de materializarse en el corto plazo, contribuirán a generar este último efecto, son: programar visitas recíprocas de alto nivel, celebrar la VI Comisión Mixta de Cooperación Económico-Comercial, Científico-Técnica y de Transporte Marítimo, avanzar en la negociación de instrumentos jurídicos bilaterales que otorguen mayor certeza a la relación, impulsar todo tipo de acercamiento entre los representantes de los tres poderes de los dos países y evaluar esquemas de cooperación entre la Alianza del Pacífico y la Unión Económica Euroasiática, los cuales han probado ser exitosos mecanismos de integración regional. México y Rusia tienen una cita pendiente en el Pacífico.

Otra de las tareas a priorizar es la actualización del marco jurídico bilateral que gobierna nuestra cooperación, ya que varios convenios y acuerdos requieren de ajustes para responder, de mejor manera, a la dinámica que impone nuestra agenda moderna y ambiciosa.

De esta forma concluyo, no sin reconocer la profunda admiración y respeto que el pueblo de México siente por Rusia, su legado histórico y cultural, así como el lugar que hoy ocupa en el mundo, son factores que, desde mi óptica, obligan a México a renovar sus esfuerzos de relacionamiento con este gran país, de tal forma que éstos garanticen la atención prioritaria de intereses compartidos.

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