El presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se reunió el miércoles con el líder del principal grupo de oposición para iniciar las complicadas negociaciones con vistas a formar una coalición o un gobierno en minoría, después de que su partido conservador fuera el más votado en las elecciones generales del domingo, pero se quedara lejos de la mayoría necesaria para gobernar en solitario.

Rajoy recibió al líder del partido socialista (PSOE) , Pedro Sánchez, en el palacio de la Moncloa tras unos comicios en los que el gobernante Partido Popular obtuvo en las elecciones 123 escaños en el Parlamento de 350 bancas, por debajo de los 186 que obtuvo en 2011.

Los socialistas lograron 90 escaños, seguidos por el grupo de ultraizquierda Podemos y sus aliados, que sumaron 69, y el recién llegado Ciudadanos, afín al sector empresarial y que consiguió 40.

España nunca ha estado gobernada por una "gran coalición" de los partidos socialista y Popular, y los analistas predijeron semanas o meses de incertidumbre antes de que el gobierno tenga un gobierno funcional liderado por el PP o el PSOE, o que se celebren nuevas elecciones en primavera si ningún equipo lo logra.

Sánchez dijo el domingo tras las elecciones que corresponde al Partido Popular intentar formar un gobierno porque fue la formación más votada.

Sin embargo, un portavoz del partido socialista dijo el lunes que el partido no se abstendría en una sesión de investidura a Rajoy.

Ciudadanos ya ha indicado que se abstendría en la sesión de investidura, por lo que si el PSOE hace lo mismo permitiría que Rajoy fuera reelegido al frente de un gobierno en minoría en segunda ronda.

El sistema electoral español indica que tras las elecciones, la primera sesión de investidura requiere un apoyo de mayoría absoluta (la mitad de los parlamentarios más uno) para nombrar un presidente. Si no lo logra, hay una segunda sesión dos días más tarde en la que sólo hace falta mayoría simple. Esto implica que la abstención de sus rivales puede bastar para investir a un presidente, sin necesidad de que lo apoyen de forma expresa.

Si después de dos meses nadie ha conseguido formar gobierno, el rey Felipe VI, jefe del Estado, puede convocar nuevas elecciones

lsm

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