En el inicio de la cumbre sobre cambio climático en París COP21, más de 150 jefes de Estado y de gobierno se pronunciaron ayer en favor de luchar de manera conjunta contra el calentamiento global y lograr en este encuentro un acuerdo ambicioso.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a la cooperación y a la disposición a negociar. “Quizá nunca vuelva un momento político como éste”, advirtió.

La conferencia debe dar un “mensaje claro”, pidió. La meta debe ser limitar el calentamiento a un máximo de dos grados hasta 2100 con respecto a la era preindustrial.

El Papa hizo un llamado a los líderes que se reúnen en la cumbre para alcanzar un acuerdo porque, en su opinión, es “ahora o nunca”, ya que el mundo está “al borde del suicidio”.

Los mandatarios de las mayores —y más contaminantes— potencias económicas del mundo como el estadounidense Barack Obama y el chino Xi Jinping urgieron a todos los países a sumarse a las medidas destinadas a limitar el calentamiento global a dos grados centígrados en 2100.

“He venido aquí personalmente para decir que EU no sólo reconoce su papel en la creación de este problema, sino que también asume su responsabilidad de hacer algo”, dijo Obama.

Antes de intervenir en el plenario, Obama se reunió a puerta cerrada con Xi. Existen pocas dudas de que el éxito o fracaso de la conferencia dependerá en buena parte de la sintonía que logren los dos gigantes.

François Hollande, presidente de Francia, dijo que el reto de un encuentro internacional nunca ha sido tan grande porque se trata del “futuro del planeta, el futuro de la vida”, después de guardar un momento de silencio en memoria de las víctimas de ataques en Francia, Líbano, Irak, Túnez y Mali.

“Hay dos enormes retos mundiales que debemos enfrentar”, dijo el mandatario galo al exhortar a los líderes a crear un mundo libre de destrucción ambiental y de violencia extremista.

La canciller alemana, Angela Merkel, reclamó una señal clara en favor de la protección del clima. “Sabemos que debemos actuar hoy, eso es lo que se reclama en esta cumbre”. Berlín, Noruega y Reino Unido anunciaron más fondos para proteger los bosques.

Pero en el primer día se evidenció la aparición de algunas grietas, con países en desarrollo poco dispuestos a renunciar al crecimiento y con otros, productores de energías fósiles, que no quieren perder su fuente de ingresos.

Las advertencias llegaron de Estados como la India, cuyo primer ministro, Narendra Modi, insistió en que las naciones desarrolladas tienen que “afrontar una responsabilidad histórica” porque “disponen de los mejores medios para proceder a las reducciones” de emisiones. “Es justicia climática”, dijo.

En tanto, el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, reclamó en nombre de los Estados africanos más apoyo financiero de parte de los países desarrollados. “Es indispensable que el acuerdo refleje un compromiso de poner a disposición de los países en desarrollo 100 mil millones de dólares anuales hasta 2020, cifra que debería duplicarse después de 2020”, dijo.

Los líderes latinoamericanos pusieron ayer el acento en la ayuda que necesitarán los países en vías de desarrollo para lograr los objetivos previstos en la COP21 y exigieron un acuerdo “jurídicamente vínculante”.

“Hay un sentimiento de urgencia y tenemos que dar muestras de liderazgo. Nuestra acción será útil si es colectiva”, aseguró la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

El peruano Ollanta Humala advirtió: “No puede permitirse un fracaso” como el de Copenhague de 2009.

Para el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, las guerrillas “se convertirán en aliadas” en ese combate.

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, pidió que no se olviden “los océanos” en la negociación, al tiempo que reclamó que se aborde también con la perspectiva de género.

Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Ecuador, Rafael Correa, responsabilizaron al capitalismo de los actuales problemas del planeta.

Al margen de la conferencia, se presentarán además numerosas iniciativas para proteger el clima. Un grupo de 28 grandes empresarios, entre ellos Bill Gates o Mark Zuckerberg, plantearon un proyecto para impulsar nuevos proyectos tecnológicos.

Gates, fundador de Microsoft, presentó la Breakthrough Energy Coalition (Coalición para el Avance Energético) junto con los líderes de una veintena de países, entre ellos el presidente Obama, que en los próximos cinco años tienen previsto duplicar sus presupuestos para el desarrollo de energías renovables.

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