Ginebra.— La cantidad de gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera llegaron a un nuevo máximo en 2014, por lo que continúa el aumento incesante que alimenta el cambio climático, advirtió ayer el último informe de la Organización Mundial de la Meteorología (OMM).

En 2014, la concentración atmosférica de CO2 —principal gas de efecto invernadero de larga duración— alcanzó 397.7 partes por millón (ppm). En ese mismo año, en el hemisferio norte, las concentraciones de CO2 sobrepasaron el valor simbólico de 400 ppm en primavera, época en la que el CO2 es más abundante.

En la primavera de 2015, la concentración atmosférica media mundial de CO2 cruzó también la barrera de 400 ppm.

El estudio también pone de relieve la interacción entre los niveles crecientes de dióxido de carbono y de vapor de agua, dado que el aumento de las temperaturas en superficie causada por el CO2 provoca a su vez un crecimiento de los niveles globales de vapor de agua, lo que incrementa todavía más el efecto invernadero.

El informe recuerda que el CO2 “es una amenaza invisible pero muy real”, que trae consigo unas temperaturas mundiales más altas, un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor y sequía.

La OMM avisó de que, si no se logra revertir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el cambio climático puede tener consecuencias “desconocidas y aterradoras”.

Michel Jarraud, secretario general de la OMM, recordó que, a tres semanas de que comience en París la Cumbre sobre Cambio Climático (COP21), es esencial concientizar a los actores políticos. La Oficina de Meteorología del Reino Unido alertó que en 2015, por primera vez, la temperatura de la superficie de la Tierra aumentará 1 grado centígrado. En la COP21 se espera lograr un acuerdo para limitar el aumento de la temperatura a un máximo de dos grados en 2100.

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