Toronto

Justin Trudeau, el primer ministro electo de Canadá tras la arrolladora victoria electoral conseguida por el Partido Liberal el pasado lunes, inicia ahora quizás la parte más difícil de su vida política: separar su imagen de la de su padre, Pierre Trudeau (1919-2000).

Justin Trudeau, de 43 años y ex maestro de escuela, se convertirá en las próximas semanas en el primer hijo de un ex primer ministro canadiense que ocupa el mismo lugar de su progenitor al frente del gobierno de la nación. Como líder de los liberales, Pierre Elliot Trudeau gobernó de 1968 a 1979 y de 1980 a 1984.

Durante su mandato se distinguió como un apasionado político, extravagante a veces, deslenguado en muchas ocasiones y que nunca dejó a nadie, ni partidarios ni oponentes, indiferente. Pero sobre todo fue un político clave para entender la Canadá moderna. Pierre Trudeau es quien realmente creó el concepto de Canadá como país bilingüe y multicultural, abierto a la emigración no sólo de procedencia europea, sino de todos los rincones del mundo.

En Canadá se ganó profundas enemistades que todavía perduran.

Tras la contundente derrota del Partido Conservador en las elecciones del lunes, destacados dirigentes conservadores reconocían que una de las principales razones por las que el líder conservador, Stephen Harper, se presentó a la reelección fue sólo por el placer de derrotar a un Trudeau.

Y falló a pesar de los ataques personales que lanzó contra el joven Trudeau, en muchos casos considerados infantiles por los analistas políticos.

Dos días después de la muerte de Pierre, Harper resumió su desdén hacia el líder liberal en un artículo publicado en la prensa conservadora.

Justin Trudeau no puede evitar la sombra de su padre. Los liberales lo eligieron como su última esperanza para reconstruir el histórico partido tras la catastrófica derrota de 2011, cuando el Partido Liberal quedó reducido a sólo 34 diputados en el Parlamento.

En su autobiografía Common Ground, aparecida en octubre de 2014, el joven político canadiense revela el consejo que le dio su padre en una conversación con su esposa, Sophie. “Le recordé a Sophie que mi padre me dijo una vez que nunca debería sentirme obligado a ser un político: ‘Nuestra familia —dijo Pierre Trudeau— ha hecho más que suficiente’”, escribió Trudeau.

Quizás Trudeau, padre de tres hijos, nunca sintió la obligación de entrar en el mundo de la política y durante años ejerció como docente, pero el Partido Liberal, que muchos consideran el “partido natural” de Canadá, sí lo cree.

En un país en el que hasta ahora se comparaba a los Trudeau con los Kennedy de Estados Unidos, la histórica victoria de Justin en las elecciones del 19 de octubre ha labrado en piedra la imagen de su familia como la dinastía política de Canadá. EFE

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