Jerusalén.— El secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, inició ayer una visita a Israel y Palestina, anunciada en el último minuto, ante la persistencia de una oleada de violencia que causó en esta jornada la muerte de seis personas y que, en su opinión, amenaza con desbordarse.

El responsable de la ONU instó a las dos partes a reiniciar las negociaciones de paz, estancadas desde hace más de año y medio, llamó al “fin de la ocupación” y señaló que “este conflicto debe terminar”. “Las acciones unilaterales sólo perpetuarán la espiral de violencia”, dijo Ban en una conferencia conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien advirtió que “las medidas de seguridad pueden ser contraproducentes y generar más frustración”.

“Este conflicto lleva demasiado tiempo”, afirmó. “Por el futuro de los niños debemos salir de este peligroso abismo, salvaguardar la solución de los dos Estados y llevar a la gente de regreso por el camino hacia la paz”.

Sobre las acusaciones de excesivo uso de la fuerza por parte de Israel para responder a la más de una treintena de ataques y apuñalamientos perpetrados por palestinos contra su población, Ban dijo que espera que este país “lleve a cabo investigaciones completas en los casos en que sea necesario”.

Netanyahu, por su parte, aseguró que Israel “tiene que defender a sus ciudadanos” y negó que haya un uso excesivo de la fuerza. También afirmó que el presidente palestino, Mahmud “Abbas, celebra cada gota de sangre judía derramada y no ha condenado ninguno de los 30 ataques cometidos”, que su país quiere “restaurar la calma y seguridad para todo el mundo” y que “protege los lugares santos”. “Lo demás son mentiras”, dijo Netan- yahu en referencia a las acusaciones palestinas de que está tratando de romper el statu quo en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este y venerada por musulmanes y judíos como un lugar sagrado.

Hoy, Ban Ki-moon se desplazará a Ramalá para entrevistarse con Abbas, en su intento de calmar los ánimos y devolver la calma a la región.

La violencia continuó ayer, con la muerte de seis palestinos y un israelí en ataques y enfrentamientos.

Un palestino de 27 años murió y más de una decena resultaron heridos por la tarde en choques con soldados del ejército israelí en el sur y este de la franja de Gaza, informaron fuentes médicas palestinas. También fallecieron por fuego israelí dos palestinos, presuntamente tras realizar ataques cerca del bloque de colonias judías de Gush Etzion y en la localidad de Beit Awa, próxima a Hebrón, en el sur de Cisjordania. Por la mañana, soldados israelíes mataron a otro palestino después de que éste apuñalara a un militar durante una protesta en Beit Awa.

Horas después, un civil israelí de 50 años residente en el asentamiento de Kiriat Arbá, en Hebrón, Cisjordania, murió atropellado por un camión tras bajarse de su vehículo después de que éste fuera atacado con piedras, según la versión militar. En la tarde otros dos palestinos murieron en un ataque con arma blanca contra soldados israelíes en un puesto de control militar de Hebrón; uno de los soldados fue herido leve en la cara. Según el Ministerio de Sanidad en Ramalá, en las últimas tres semanas han muerto 49 palestinos en esta oleada de violencia. También han fallecido ocho israelíes.

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