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Naciones Unidas.—Al menos 850 mil personas cruzarán el Mediterráneo en busca de refugio en Europa este año y el próximo, dijo ayer Naciones Unidas, una cifra que parece conservadora cuando tan sólo Alemania reportó que para este año espera más de 800 mil solicitudes de asilo, cuatro veces más que en 2014.
No obstante, el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, dijo que su país está listo para recibir “al menos a 500 mil solicitantes de asilo al año durante varios años”. Además de que el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, anunció ayer que destinarán 6 mil millones de euros adicionales el año que viene a atender la llegada de refugiados. La canciller alemana, Angela Merkel, insistió en que Europa necesita “cuotas vinculantes” para un reparto “justo” de refugiados, aunque por el momento admitió estar “muy lejos” de ese objetivo.
Por su parte, el viceprimer ministro polaco, Tomasz Siemoniak, contestó ayer a las voces que desde Alemania acusan al este de Europa de no ser solidario ante la llegada de refugiados y pidió a Berlín que no dé lecciones de solidaridad y criticó las respuestas “rápidas ad hoc” a la crisis migratoria.
“No se trata de recibir a decenas de miles de refugiados que desean venir a Europa, porque Europa no tiene capacidad para eso”, añadió Siemoniak.
En tanto, unos 7 mil refugiados, en su mayoría que huyen de los conflictos en Medio Oriente, llegaron a Austria desde Hungría y continuaron el viaje a Alemania entre la madrugada del lunes y del martes. No se sabe aún hasta cuándo las autoridades de Alemania y Austria mantendrán sus fronteras abiertas a los refugiados, ya que no hay indicios de que el flujo vaya a detenerse.
A Macedonia llegaron el lunes 7 mil sirios, un número récord diario, y otros 30 mil se encuentran en las islas griegas, en su mayoría en Lesbos, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El ACNUR también instó ayer en Budapest a las autoridades húngaras a que mejoren las condiciones de vida en los centros de acogida y pidió que agilicen los trámites de registro.
Recientemente, la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) también criticó el trato a los refugiados, al asegurar que muchos niños duermen al raso pese al frío y que los inmigrantes apenas reciben comida y agua.
El punto más crítico de la frontera entre Hungría y Serbia es la zona en torno a Röszke, donde ayer cientos de refugiados huyeron corriendo de un puesto de registro, aunque horas después fueron retenidos de nuevo.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunció ayer que se acelerará la construcción de una segunda valla en la frontera con Serbia, de cuatro metros de altura, para frenar la inmigración.
La Comisión Europea (CE) propondrá hoy distribuir 120 mil demandantes de asilo llegados a Hungría, Grecia e Italia entre los 28 Estados miembros y pedirá a España que, de ese total, acepte a 14 mil 931 refugiados, 12.4%, más del triple de lo que le solicitó en mayo.
El enviado especial de la ONU para Inmigración y Desarrollo, Peter Sutherland, dijo que todos los países del mundo, incluidos Estados Unidos y las naciones latinoamericanas, deberían acoger refugiados sirios.
Argentina, Brasil, Chile, Venezuela, Paraguay y Uruguay son algunos de los países latinoamericanos que se han solidarizado con el drama de los refugiados y se han ofrecido a acogerlos. En tanto, cinco familias sirias que fueron acogidas por Uruguay en 2007 continúan con su reclamo de que se les permita irse de ese país, ya que encuentran que el país es caro y falto de oportunidades.
