Con un caluroso y emocionado aplauso fueron recibidos esta mañana en la estación de trenes Westbahnhof de Viena un grupo de unos 400 refugiados que llegaron desde la frontera con Hungría en el primer tren especial puesto a su disposición por las autoridades austríacas.

Innumerables voluntarios han acudido a esperarles y ayudarles, entre ellos intérpretes a las lenguas árabe, farsi y kurda, así como personal de organizaciones de ayuda que repartían agua, alimentos, ropa de abrigo y mantas entre los agotados aspirantes de asilo.

Los primeros refugiados llegados guardaron un minuto de silencio y dedicaron un rezo en memoria del Aylan Kurdi, el niño kurdo-sirio de tres años que murió en una playa turca y cuya imagen se convirtió en símbolo de la tragedia de los refugiados sirios.

También se recordó a los 71 refugiados hallados muertos en un camión abandonado en Austria, cuyas identidades aún no se han esclarecido, así como los fallecidos recientemente en el Mediterráneo cerca de Libia.

Después de ese primer convoy han empezado a llegar a Viena decenas de autobuses con refugiados y el Ministerio del Interior Austríaco prevé que en todo el día lleguen unas 10 mil personas.

Algunos trenes han partido ya hacia Alemania desde la estación, en la que hay un trasiego continuo de centenares de personas, entre los refugiados, los viajeros de la estación y los voluntarios.

Entre quienes se acercaron a ayudar está la teniente de alcalde de Viena, Maria Vassilakou, que repartió alimentos a los recién llegados.

"Estoy contenta por el caluroso recibimiento que les han dado los vieneses. Viene gente que ha sufrido mucho, que ha pasado enormes penalidades para llegar a Austria y lo normal es acogerlos así", explicó a Efe.

La representante del partido ecologista Los Verdes aseguró que la política del Gobierno nacionalista húngaro "no sólo es inhumana, racista y pisotea los valores más básicos de la Unión Europea, sino que además recuerda a la época nazi".

Agregó que Viena cuenta con ONG preparadas y suficientes recursos para gestionar sin problemas la llegada de miles de refugiados.

Entre ellos figuraba Majid, que portaba un cartel que decía en inglés "Gracias, Austria", y que indicó a Efe que los países árabes del Golfo Pérsico "deberían aprender del humanismo de Europa".

"Países como Arabia Saudí y Qatar han cerrado sus fronteras y no aceptan a los refugiados sirios", criticó.

A pesar del visible cansancio, la gran mayoría de los recién llegados quieren continuar viaje hacia Alemania, país que aseguró que no devolverá a los refugiados sirios al Estado por el que entraron en la Unión Europea, tal como exige la norma comunitaria.

Uno de los muchos ejemplos es Teima, de 22 años, que, agotada, explica a Efe que sigue rumbo a la ciudad alemana de Hamburgo con Amir, su hijo de dos años.

Teima, también siria, relata que ha viajado con unos primos desde Turquía y que su marido la aguarda en esa ciudad del norte de Alemania.

Como ella, la mayoría de los refugiados tienen detrás de sí una dura travesía, pues llegaron a Hungría por la llamada "ruta de los Balcanes", que pasa por Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría.

Alemania espera entre 5 mil y 7 mil refugiados

La policía federal alemana calcula que hoy llegarán al país entre 5 mil y 7 mil refugiados procedentes de Hungría, lo que triplicará el aflujo de los días anteriores.

"Es tres veces más que en los otros días. Poco a poco llegamos a los límites de nuestras capacidades", dijo el portavoz de la policía federal Ivo Priebe.

Las autoridades austríacas cuentan con que el curso del día cerca de 10 mil refugiados llegarán al país atravesando la frontera húngara.

En Alemania, los trenes procedentes de Austria con refugiados se encaminarán hacia Münich. Sin embargo, algunos ya serán trasladados a campos de acogida en una escala en la ciudad bávara de Rosenheim.

jlc

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