Al hablar sobre las ventajas que traería aprobar el acuerdo nuclear con Irán, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, evocó hoy al ex mandatario John F. Kennedy y su llamado a una "paz práctica" en 1963, en plena Guerra Fría, para evitar una guerra nuclear.

Obama defendió así el histórico acuerdo nuclear con Irán desde la American University de Washington, el mismo lugar donde Kennedy pronunció un importante discurso en junio de 1963 sobre la necesidad de la diplomacia y en defensa del tratado de desarme nuclear firmado poco después.

Subrayó que el debate en el Congreso de su país sobre el acuerdo nuclear con Irán es el más importante sobre una cuestión de política exterior desde la autorización de la guerra de Irak en 2002.

Rechazó que los mismos legisladores que apoyaron la guerra en Irak sean las que hoy se oponen al acuerdo nuclear, pues sostuvo que están "equivocados" al pensar que ha sido un "error histórico" pactar con Irán.

"Ahora más que nunca necesitamos pensar claramente en nuestra política exterior", enfatizó.

Defendió su promesa sobre nunca permitir que Irán adquiriera una arma nuclear mientras estuviera a cargo del país. "Fue la diplomacia, diplomacia esmerada y fuerte...que aumentó la presión sobre Irán. Un acuerdo negociado ofreció una solución más efectiva, verificable y duradera", explicó.

En este sentido, el presidente celebró que por primera vez en una década el programa nuclear de Irán fuera detenido; no obstante, advirtió que si Irán viola el acuerdo, "todas las sanciones entrarán de nuevo en vigencia".

El pacto con Irán es el acuerdo de no proliferación más sólido jamás negociado" , destacó Obama ante una audiencia de más de 200 personas.

Además, el mandatario indicó que a nivel global "todos los países, con la excepción de Israel" , han expresado su apoyo al acuerdo alcanzado en julio en Viena entre Irán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) .

Obama dijo también que el acuerdo garantiza que Irán no tendrá acceso al plutonio necesario para fabricar una bomba nuclear.

Para entrar en vigor, el acuerdo alcanzado en Viena el 14 de julio debe ser aprobado por el Congreso de EU, así como por los Parlamentos de los demás países firmantes del pacto.

Los legisladores solo podrían anular la participación de EU en el acuerdo si una mayoría de dos tercios en ambas Cámaras del Congreso vota en ese sentido, algo que invalidaría el veto que Obama ha prometido imponer a cualquier legislación contra el pacto.

Obama se ha involucrado de manera muy personal, dedicando tiempo y esfuerzos, en una campaña para tratar de vender las bondades del acuerdo a los congresistas.

Dado el rechazo mayoritario de los republicanos al acuerdo, Obama está centrando sus esfuerzos en convencer a los congresistas de su partido, el Demócrata, para intentar evitar que haya dos tercios de votos contrarios al pacto.

El pacto firmado en julio prevé que Teherán limite su programa nuclear de forma que no pueda fabricar armas atómicas durante al menos diez años, a cambio de que la comunidad internacional levante las sanciones que lastran su economía.

Para ello, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) debe certificar hasta finales del año que la República Islámica cumple con los compromisos adquiridos y ha acordado con Teherán un calendario de actividades de verificación.

ahd

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