Washington.—Los aspirantes republicanos a la presidencia de Estados Unidos atraviesan estos días la recta final de la selección de los participantes en el primer debate electoral de las primarias de esa formación, que se celebrará este jueves y al que únicamente pueden concurrir 10 de los 17 precandidatos del partido.

Una nueva encuesta publicada ayer sobre la intención de voto en las elecciones de 2016 cambia la clasificación de los aspirantes que podrían acceder al cotizado debate del día 6 en Cleveland, Ohio, cuya alineación definitiva no se conocerá hasta la tarde del martes. La cadena Fox News, que organiza el encuentro, ha anunciado que los participantes se determinarán en función de quienes se encuentren en los 10 primeros puestos en una media de las últimas cinco encuestas fiables que se publiquen antes de las 17:00 horas (21:00 GMT) del martes.

Uno de esos sondeos podría ser el publicado ayer por la cadena NBC News y el diario The Wall Street Journal, que cambia ligeramente el panorama de los previsibles participantes en el debate. El magnate Donald Trump, quien dijo ayer que no planea lanzar golpes en el debate, mantiene en esa encuesta su ventaja sobre el resto de aspirantes, con un 19% de apoyos; seguido del gobernador de Wisconsin, Scott Walker (15%); el ex gobernador de Florida, Jeb Bush (14%); y el médico Ben Carson (10%).

Les siguen el senador Ted Cruz (9%); el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee (6%); el senador Rand Paul (6%); el senador Marco Rubio (5%); el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie (3%); el gobernador de Ohio, John Kasich (3% ; y el ex gobernador de Texas, Rick Perry (3%).

Con esas cifras, Kasich, que entró en la carrera republicana hace unas semanas, desplazaría a Perry del último puesto en el debate, según un análisis de las recientes encuestas publicado por The Washington Post. Si los sondeos no cambian mucho hasta mañana, entrarían en el debate Trump, Walker, Bush, Carson, Paul, Rubio, Cruz, Huckabee, Christie y Kasich.

Bush, Rubio, Cruz, Walker y Carly Fiorina acudieron el fin de semana a un hotel de lujo en California, a la reunión anual de simpatizantes republicanos de los hermanos más ricos de EU, Charles y David Koch, que prevén gastar 889 millones de dólares en campañas conservadoras para las elecciones de 2016.

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