El jefe de la Policía de Virginia, Bill Overton, confirmó que Vester Lee Flanagan, el sospechoso del homicidio de dos reporteros en Virginia, murió esta tarde en el Hospital Inova Fairfax a consecuencia de la herida de bala que se auto infligió cuando era perseguido por la policía del estado.

Overton confirmó que los periodistas Allison Parker y Adam Ward, que estaban en la escena haciendo tomas en vivo, murieron inmediatamente en el lugar.

Informó que la tercera víctima del tiroteo, Vicki Gardner, sigue recibiendo tratamiento en el hospital.

De acuerdo con el reporte policíaco, emitido en conferencia de prensa, Flanagan sufría de algún tipo de perturbación que lo orilló a llevar a cabo el crimen; sin embargo, no dio detalles sobre el motivo real de su acción.

Explicó que aún se está reconstruyendo la escena del crimen por lo que dijo que va  pasara algún tiempo para obtener datos precisos sobre el suceso.

La persecución y captura del atacante fue posible gracias a los lectores de matrículas que les permitieron dar con el vehículo en el que viajaba Flanagan.

Vester Lee Flanagan, conocido por el nombre de Bryce William, trabajó para la cadena WDBJ7 durante un año hasta que fue despedido por motivos que no han trascendido.

En el tiroteo también resultó herida la mujer a la que entrevistaba Parker, la directora ejecutiva de una cámara de comercio local Vicki Gardner, que se recupera en un hospital tras recibir un disparo en la parte de atrás del cuello, aunque no se teme por su vida.

El suceso se produjo alrededor de las 06:45 hora local (10:45 GMT), cuando los reporteros fallecidos hacían una entrevista en directo en la plaza Bridgewater de la población rural de Moneta (Virginia).

El presunto asesino se aproximó por detrás a los reporteros, de manera que sólo la entrevistada podría haberle visto, y les disparó, según un vídeo publicado en Internet que supuestamente habría grabado el propio asesino y en el que puede verse su pistola.

En las imágenes que pudo grabar el camarógrafo antes de morir se oyen unos disparos, se nota como la cámara cae al suelo y rueda, mientras se oyen gritos hasta que finalmente queda interrumpida la emisión.

El presunto asesino habría publicado mensajes en las redes sociales Twitter y Facebook sobre el suceso minutos antes y después del mismo, aunque falta por confirmar la autenticidad de estas publicaciones, y sus cuentas fueron inmediatamente suspendidas.

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