Washington.— En un pronunciamiento lo más parecido a una bendición a las aspiraciones presidenciales de Joe Biden, la Casa Blanca elogió ayer las aptitudes del vicepresidente que Barack Obama eligió hace siete años como compañero de fórmula y no descartó que el propio presidente apoye de forma resuelta a Joe Biden o a Hillary Clinton.

El mandatario “ha manifestado que la decisión que tomó hace siete años de sumar a Joe Biden, como su compañero de fórmula (a la presidencia), fue la decisión más inteligente que ha tomado en política”, aseguró el portavoz Josh Earnest, mientras Obama y Biden mantenían una reunión a puerta cerrada.

“Pienso que eso debería darles alguna idea de la visión del presidente de la aptitud del vicepresidente Biden para el máximo puesto” , aseguró Ernest para atizar aún más las versiones de una posible candidatura de Biden a la nominación demócrata a la presidencia.

A pesar de que desde la oficina del vicepresidente insistían ayer que aún no hay nada oficial, las versiones sobre su ingreso a la contienda avanzaban con carácter extra oficial, y en medio de encuentros con el presidente Obama y la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, una senadora demócrata influyente, a quien se señala como su posible compañera de fórmula.

Las versiones sobre el inminente anuncio de sus aspiraciones presidenciales, a comienzos de septiembre, se han visto atizados por la evidente erosión de Clinton quien ha experimentado la gradual pérdida de sus apoyos entre la base electoral demócrata y entre los independientes.

El más reciente sondeo de la Universidad de Quinnipiac dejó en evidencia los problemas de credibilidad de Clinton. Más de 51% no tienen una buena opinión de ella y, entre el sector de independientes, este problema se eleva hasta 53%.

Una rápida mirada a la evolución de sus apoyos, a través de las encuestas de cadenas como CNN, arrojan que desde abril, cuando contaba con 69% del apoyo del electorado demócrata, sus números se han ido achicando para llegar a mayo con 60% del respaldo, en junio tuvo 58%, en julio, 57% y en agosto llegó a apenas un 47% de apoyo.

La erosión de la candidatura de Clinton, quien lucha contra la mala imagen por el denominado emailgate (los correos electrónicos que envió o recibió con información clasificada) , han atizado así las versiones de otra opción en el seno del Partido Demócrata que pasaría por la apuesta a favor de Biden.

A las versiones de sus posibles planes presidenciales se sumaba ayer la noticia que ha confirmado la contratación de Kate Bedingfield, una veterana de antiguas batallas electorales, como su nueva directora de comunicaciones.

“Será una asesora clave para mí, un activo fantástico para nuestra oficina y un miembro importante de la organización de la Casa Blanca”, detalló Biden en un comunicado.

La contratación de Bedingfield, quien fue la responsable de la campaña presidencial del entonces senador por Carolina del Norte, John Edwards, en 2008, se suma a la conformación de un Comité de Acción Política que ha comenzado a trabajar contrarreloj para recabar fondos, aproximadamente 5 millones, en el curso de las próximas cuatro semanas.

Funcionarios de la Casa Blanca también reconocían ayer que, en el círculo del presidente, aunque la razón apoya a Clinton porque su candidatura es, por el momento, la más viable, la posible postulación de Biden contaría con el respaldo “sobre todo del corazón” dada la conocida amistad entre el presidente Obama y Biden.

jram

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