Tianjín, China.— Mientras los lugareños del puerto chino de Tianjín se encontraban ayer abocados a las titánicas tareas de rescate tras las mortíferas explosiones del miércoles, el alcance de la devastación salía a relucir. Las enormes bolas de fuego que causó el estallido de materiales químicos, además de causar la muerte de al menos 50 personas, desbarataron la exportación e importación de automóviles, petróleo, mineral de hierro y otros artículos en el décimo mayor puerto del mundo.

Las explosiones arrojaron contenedores por el aire que quedaron convertidos en montones de hierros retorcidos. Filas enteras de automóviles flamantes quedaron reducidas a esqueletos de chasis calcinados.

Ayer se prohibió la entrada al puerto a los barcos que traen petróleo y “productos peligrosos”, dijo la Administración de Seguridad Marítima de Tianjín en su microblog oficial, aunque funcionarios industriales aseguraron que las instalaciones de petróleo y gas no resultaron afectadas en este puerto que mueve más contenedores que los de Rotterdam, Hamburgo y Los Ángeles.

La firma minera australiana BHP Billiton dijo que la explosión interrumpió los embarques de mineral de hierro y las operaciones portuarias, pero que no dañó nada de ese mineral en el puerto. “Estamos trabajando con nuestros clientes para minimizar todo posible impacto”, señaló ayer en un comunicado.

La vocera de Volkswagen Larissa Braun dijo que los vehículos en un depósito cerca del lugar de la explosión resultaron dañados. “Despacharemos automóviles de nuestros depósitos en otros puertos para asegurarnos de que nuestras concesionarias tengan suministro adecuado”, afirmó. La planta de componentes que tiene VW a 20 kilómetros del lugar del siniestro no sufrió daños, aunque algunos empleados padecieron lesiones menores, agregó.

Tianjín ha crecido en importancia conforme las compañías que buscan menores costos migraron desde los centros de manufactura del este y sudeste del país. Motorola, Toyota, Samsung, Nestlé, Honeywell, Coca-Cola, Bridgestone, Lafarge, GlaxoSmithKline y Novo Nordisk, entre otras firmas, operan en Tianjín, según un cibersitio de promoción comercial del gobierno chino.

Aunque las causas del suceso se desconocen por el momento, el Departamento de Bomberos señaló que las explosiones se produjeron luego de que se declarara un incendio en el almacén de la terminal, propiedad de Tianjin Dongjiang Port Ruihai International Logistics, donde había nitrato de amoníaco, nitrato de potasio y carburo de calcio, según la policía. Las autoridades despacharon al lugar a más de 200 especialistas en manipulación de materiales nucleares y bioquímicos.

Los lugareños externaron su indignación. “No sé si el gobierno ignoró estas cuestiones o no pensó en que era algo tan peligroso... Estamos muy decepcionados. No sabíamos que hubiera tanto riesgo y que esos productos químicos estuvieran ahí”, dijo a EFE Li Wang, quien prefirió dar un nombre ficticio por temor a represalias.

El canal CCTV dijo que los bomberos fueron llamados por un incendio en un depósito de sustancias químicas. Después de que las primeras dotaciones llegaron al lugar se produjeron varias explosiones. Entre los 50 muertos hay 17 bomberos; otros 21 seguían desaparecidos ayer. Hay más de 701 heridos, muchos de ellos de gravedad.

El gobierno dijo que tendrían que ser reubicadas 6 mil personas por la destrucción causada por las explosiones y prometió que los responsables serán “castigados con dureza”.

Líderes de distintos países externaron su solidaridad y condolencias al gobierno chino y a los familiares de las víctimas. El presidente ruso Vladimir Putin ofreció la ayuda de la Defensa Civil y puso a disposición dos aviones.

jram

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