Atenas.— Más de 40 mil griegos llenaron ayer el centro de Atenas en dos concentraciones multitudinarias para respaldar el “sí” y el “no” en el referéndum del domingo, en el cierre de una breve campaña electoral marcada por la extremada polarización de los mensajes, mientras los sondeos muestran que las opiniones están divididas casi en partes iguales.

Ante el Parlamento de Atenas se congregaron unas 25 mil personas contra las políticas de austeridad y en respaldo de la línea sostenida por el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras ante los acreedores, mientras que delante del estadio olímpico, el Panathinaiko, se manifestaron quienes defienden ceder para lograr un compromiso que le asegure al país la permanencia en la Eurozona.

Los lemas enfrentados eran “Nos quedamos en Europa” y “¡Basta de austeridad!”, en una jornada que contó con fuerte presencia policial para evitar disturbios entre los manifestantes.

La división en las calles parecía reflejar las cifras arrojadas por las últimas encuestas previas a la consulta popular: según un sondeo dado a conocer ayer por la televisión griega, el 41.7% va por el “sí” y el 41.1% por el “no”.

Una encuesta del respetado instituto ALCO, publicada ayer por el diario Ethnos, indicó que el “sí” tiene un 44.8% de apoyo, frente al 44.3% del “no”.

Otro sondeo para el periódico Agvi colocó al “no” algo por delante con un 43%, frente al 42.5% por el “sí”, con un 9% indeciso. Lo cierto es que las ventajas que muestran todas las mediciones están dentro del margen de error. Las últimas encuestas indican que entre 9 y 11% de los griegos todavía no habría decidido la orientación de su voto.

Poco antes, el máximo tribunal administrativo, el Consejo de Estado, había eliminado el último obstáculo a la convocatoria al desestimar el recurso presentado por dos ciudadanos —un ingeniero y un jurista— para prohibir la convocatoria alegando que no se atenía a lo requerido por la Constitución, que prohíbe llamar a voto popular sobre asuntos fiscales.

El presidente del Consejo, Nikos Sakellariou, dijo que “el referéndum se realizará normalmente”.

El tono fue in crescendo este viernes, al instar Tsipras a la población a votar por el “no” y a no dejarse intimidar por la “propaganda del miedo”, ante lo que calificó de “extorsión” de los acreedores. En la emblemática Plaza Syntagma, frente al Parlamento, aseguró que “estamos dando la posibilidad de que la democracia vuelva a Europa”, al considerar que la actual Unión Europea ha perdido su carácter solidario y sus valores.

Recordó además a la población que el futuro del país estará mañana “en sus manos”. “El domingo no votaremos meramente sobre nuestra permanencia en Europa, sino sobre la pregunta de si permanecemos con dignidad”, dijo.

“Sabemos que los prestamistas van a cerrar la puerta si nosotros decimos que no, pero debemos pelear”, dijo Irini Stavridou, una jubilada de 65 años que asistió al acto por el “no”.

“Debemos pelear no sólo por Grecia sino por toda la gente de Europa, por aquellos que simplemente tienen una opinión diferente”, agregó.

Aunque la concentración fue celebrada en calma, al inicio granaderos de la policía griega se enfrentaron a grupos de alrededor de 150 jóvenes con pasamontañas que lanzaron piedras. Los agentes usaron proyectiles para dispersarlos y procedieron a un arresto, precisaron fuentes policiales.

No muy lejos de la concentración del “no”, unos 20 mil partidarios del “sí” se reunieron ante el antiguo estadio olímpico que acogió las primeras Olimpiadas de la era moderna celebradas en Atenas en 1896, el Panathinaiko.

En este mitin tomaron la palabra pequeños empresarios, representantes municipales de distintas localidades y el alcalde de Atenas, el independiente Yorgos Kaminis, uno de los impulsores de la plataforma por el “sí”.

“Nos obligan a votar sin darnos tiempo para pensar, para debatir con calma, con una pregunta que nadie puede entender. Tsipras ya no tiene con quién discutir en Europa, nadie le cree. Nadie nos regaló la democracia, la construimos con mucho esfuerzo y la protegeremos”, dijo Kaminis, quien arrancó largos aplausos de los presentes.

“Estoy a favor de que Grecia permanezca en la UE, me siento tan griega como europea y creo en la solidaridad entre los ciudadanos europeos para poder salir de la crisis”, comenta Dafne, una joven abogada que vive en Bruselas y quien viajó a Atenas para votar este fin de semana.

En tanto, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió que la posición en las negociaciones de Grecia “se debilitaría dramáticamente” si la mayoría de ciudadanos vota “no” en el referéndum. “Si los griegos votan ‘no’, habrán hecho todo menos reforzar la posición de Grecia en la negociación”, insistió.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, una figura odiada por los opositores a las políticas de austeridad en Grecia, afirmó al diario Bild que “Grecia necesita reformas, pero ahora ya lo sé: serían unas negociaciones muy difíciles”.

Cerca de 10 millones de griegos están convocados este domingo a votar en este referéndum considerado trascendental para el futuro del país heleno, que tiene una deuda pública “inviable”, como reconoció el Fondo Monetario Internacional (FMI). Agencias

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