El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, hizo ayer una encendida defensa del acuerdo nuclear alcanzado con Irán, al asegurar que sólo había dos opciones: la militar o el pacto.

“Era ese acuerdo o apostar por una opción militar y seguir con una amenaza permanente de guerra e inestabilidad en Medio Oriente”, dijo Kerry durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

Durante su comparecencia, el presidente del comité, Bob Corker, acusó a Kerry y a la administración del presidente Barack Obama de haber salido “trasquilados” de la negociación con los iraníes, a lo que el secretario de Estado respondió que quienes aseguran que se pudo haber alcanzado un acuerdo mejor con Irán “están viviendo una fantasía”.

“Para aquellos que sugieren que era posible conseguir una completa capitulación de Irán, déjenme decirles que están equivocados. Eso no es posible. Es una fantasía, simple y sencillamente. Y todos nuestros servicios de inteligencia se los dirán. No había otra alternativa posible”, aseguró Kerry el desmenuzar un acuerdo que obligará al régimen de Teherán a someterse a un riguroso proceso de verificación y escrutinio.

“Bajo los términos de este acuerdo, Irán ha aceptado eliminar 98% de sus reservas de uranio enriquecido. Van a desmantelar las dos terceras partes de sus centrifugadoras instaladas”, enfatizó para poner en perspectiva un acuerdo que no ha convencido  ni a Israel ni a republicanos que han decidido alinearse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Entre ellos, el senador republicano por Idaho, Jim Risch, quien acusó a Kerry de haberse dejado “engañar” por un acuerdo que permitirá a Irán salir del pozo de las naciones parias  y convertirse en una amenaza para EU y para un aliado tan importante como Israel.

Al igual que Corker, Risch consideró que el acuerdo, lejos de meter en cintura a Irán, le permitirá aumentar su capacidad para enriquecer uranio y obtener en el corto plazo una bomba.

El senador Marco Rubio, aspirante presidencial republicano, le dijo a Kerry que el próximo mandatario no tiene “obligación moral” de cumplir las expectativas del tratado.

El régimen iraní y el mundo deberían saber que la mayoría en este Congreso no respaldan este trato, que podría esfumarse el día que Obama deje el poder”, remarcó.

En la audiencia, que duró cuatro horas y media, Kerry recibió duras críticas también de un demócrata, Bob Menéndez, quien se mostró “muy preocupado” por el posible “levantamiento del embargo de armas” a Irán dentro de cinco años.

Kerry enfatizó que el acuerdo arrancó  a Irán concesiones que nadie hubiera considerado posibles. “Si el Congreso de Estados Unidos rechaza unilateralmente lo que se acordó en Viena, se interpretará como si EU se niega a validar cada una de las restricciones que impusimos sobre Irán. Eso será como activar una gran luz verde  para que Irán siga duplicando el ritmo de su enriquecimiento de uranio, instale nuevas y más eficientes centrifugadoras y sin las medidas de control y transparencia que habíamos garantizado”, advirtió.

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